Una mujer de 45 años tuvo un ataque de ira luego de que la Policía Caminera la frenara y multara por conducir a más de 130 kilómetros por hora en el norte de Córdoba.
La oriunda de Tucumán iba a bordo de un Volkswagen T Cross junto a sus tres hijos (dos de 15 años y uno de 24) cuando fue interceptada por un control policial sobre la ruta nacional 9, a la altura de El Rodeo, en el Departamento Tulumba.
Los agentes le advirtieron que manejaba a 136 kilómetros por hora, y que la velocidad estaba fuera de la norma en Córdoba. Sin embargo, a la mujer no le gustó nada y comenzó una seguidilla de acciones propias del enojo.
+ MIRÁ MÁS: “El Pistolero” quedó libre y cayó de nuevo a la semana: robó un auto y chocó en plena persecución
Primero, quiso fugarse y casi atropella a dos efectivos. Luego, cuando por fin lograron labrarle el acta, la tucumana los amenazó y a una de ellas le arrancó con fuerza la documentación de la mano, provocándole una lesión en la muñeca.
Después de minutos caóticos, la mujer finalmente fue enviada a la comisaría de San José de la Dormida. Allí también quiso zafarse de los policías, encerrada en el auto, pero no lo consiguió.
Ya sin nada que hacer, quedó detenida en ese lugar, imputada por la Fiscalía de Deán Funes por resistencia a la autoridad, daño y lesiones leves.