El periodista Fredy Bustos mostró en carne propia la desesperante situación que atraviesan los jubilados y se quebró en vivo. Fue a partir del relato de un hombre que expresó su angustia por el nuevo recorte en medicamentos impuesto por el Gobierno nacional.
Desde ahora, los afiliados del Programa de Atención Médica Integral (Pami) deberán cumplir con ciertos requisitos y tramitar un subsidio social para acceder al 100% de reintegro en remedios.
Así, la sede del Pami en Córdoba se colmó de jubilados y pensionados que, entre la incertidumbre, la tristeza y el enojo, hacen filas eternas para que los ayuden a no perder la cobertura total.
En medio de las dudas, un hombre graficó entre lágrimas el doloroso momento. “Me faltan los medicamentos para la diabetes y para todo, les pregunto y te tratan mal... nos tratan como perros”, expresó a El Show del Lagarto con los papeles del trámite en la mano.
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“Estoy cansado de andar así”, agregó el pensionado que viajó desde Cruz del Eje a la capital solo para que alguien del Pami le explique cómo conseguir la cobertura de los casi 10 remedios que toma a diario. “No tengo a nadie que me ayude”, afirmó desconsolado, y conmovió a Fredy Bustos, quien debió cortar el móvil quebrado.
Antes, otros jubilados también describieron sus situaciones. Todos coincidieron en la indignación y la falta de respuestas en medio de un complejo panorama para los adultos mayores.
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“No me dan la medicación, no me atienden los médicos hasta febrero o marzo. ¿Cómo se hace? ¿Tengo que enfermarme y quedarme dura? Me tienen que operar el pie, ni con la morfina me calman los dolores, voy a quedarme sin caminar y me sacan los remedios... ¿Qué tengo que hacer? ¿A quién recurro? Vengo acá y me dicen que no hay solución”, manifestó otra mujer en la fila del Pami, con desesperación.
La medida del Gobierno impacta directamente contra la salud de los jubilados y pensionados del Pami, que en muchos casos se verían obligados a prescindir de parte de sus medicamentos debido a los altos costos.
Los cuestionamientos al Poder Ejecutivo se multiplicaron desde el lunes que se conoció la decisión. Incluso el arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, no ocultó su bronca y afirmó que se trata de una “eutanasia encubierta”.