El pasado 15 de noviembre un crimen brutal conmocionó a Santa María de Punilla y dejó abiertas distintas hipótesis. En las últimas horas, cayó un único sospechoso que se había fugado a Santa Fe.
Carlos “Milo” Vallejos apareció muerto en su casa de la calle Don Bosco al 180, en la mencionada localidad del interior de Córdoba. Estaba maniatado y el cuerpo presentaba signos de violencia.
Las primeras horas de la investigación fueron clave. El hombre de 60 años vivía solo. Los ingresos de la vivienda habían quedado cerrados. Luego se confirmó que le habían robado el auto y otros objetos.
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Estas pistas resultaron fundamentales en el trabajo realizado por la fiscalía de Paula Kelm. A partir de testimonios, registros fílmicos y llamadas, los investigadores dieron con el presunto asesino.
Se trata de un hombre de 27 años que fue atrapado en la ciudad de Santo Tomé. El sospechoso tenía familiares en Santa Fe por lo que se activaron las alertas por una posible fuga hacia dicha provincia.
De acuerdo a las primeras informaciones, el supuesto agresor mantenía una relación de amigos con Vallejos. La víctima le daba alimentos y algunos días se quedaba en su casa, según indicó La Voz.
Quedó detenido e imputado por el delito de homicidio criminis causa. Esto significa que, para la fiscalía, mató al hombre para encubrir el robo.