Dos albañiles se convirtieron en héroes al frustrar un asalto en plena calle en la localidad bonaerense de Bernal, perteneciente al partido de Quilmes. Un profesor de natación fue abordado por motochoros cuando iba a ver a su hijo que había empezado la escuelita de verano, y recibió la ayuda de los trabajadores de una obra en construcción.
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El hecho ocurrió el lunes a la tarde, a metros del Club Social y Deportivo Juventud de Bernal, ubicado en la intersección de las calles Cramer y La Paz. “Estaba llegando al lugar, bajé con las cosas y bueno, ahí aparecieron y me arrebataron. Pegándome y tratándome de sacar la mochila. Por lo que vi después en el video viajaban en dos motos y uno caminando”, explicó Nicolás, la víctima, a TN.
La violenta secuencia quedó filmada por las cámaras de seguridad. En las imágenes se ve al docente bajando del auto. De repente pasaron dos motos por la calle, mientras un tercer delincuente arrebató por la espalda a Nicolás, que cayó al asfalto. Una vez en el piso, el ladrón a pie forcejeó por la mochila, en la que la víctima llevaba plata para comprarse un celular.
Al tanto de la escena, uno de los dos albañiles que trabajaba en una obra en la misma calle corrió hacia los delincuentes y tackleó al que golpeaba a Nicolás. “El flaco me pegó y justo estaban los albañiles, que hace tiempo están trabajando ahí, charlamos y nos conocemos. Yo les grité y uno me reconoció, es por eso que salió corriendo. César, el grandote, es un capo. Cuando vio que era yo se abalanzó arriba de uno de los delincuentes”, agregó el profesor de natación.
El otro obrero que trabajaba se sumó para ayudar y finalmente el ladrón trepó a una de las motos y huyó con sus cómplices. Luego apareció gente del club, que dio aviso a la Policía.
Agradecido porque no sufrió lesiones graves y porque no le robaron nada, Nicolás sentenció: “Solo fue la golpiza. Me gritaban ‘largá la mochila, gordo’, y yo no entendía nada. Solo quería cubrirme la cara, ni siquiera atiné a decirles algo. Me ‘durmieron’ y no la vi venir. Caí en el suelo aturdido y no entendía nada. Por suerte los albañiles me ayudaron”.