“Es una semana difícil, no es nada grato estar en estos espacios. Es lo que nos toca”. Con el barbijo puesto, el exministro de Salud, Diego Cardozo, imputado en la causa del Hospital Neonatal, contó sus sensaciones tras declarar en el cuarto día del juicio por la muerte de bebés en la maternidad provincial.
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En primera instancia, el exfuncionario expresó su deseo de “transmitirle su solidaridad, dolor, su deseo de acompañar” a las madres. “Quiero contarles desde mi persona mi relato, cómo fueron las cosas desde el momento que tomé conocimiento. Todo está en escrito en mi declaración desde hace dos años. Yo guardé un silencio respetuoso porque entiendo su dolor”, expresó.
Luego fue consultado sobre la reunión que tuvieron el exvicedirector de Gestión Hospitalaria del Neonatal, Alejandro Escudero Salama, el fiscal Guillermo González y el médico forense David Dib, una vez conocidas las irregularidades en torno a los fallecimientos de los neonatos. “Lo quiero dejar claro, conciso y concreto: nunca tomé conocimiento de esa reunión, sino hasta fines de agosto”, remarcó.
En relación a los familiares de los bebés, Cardozo dijo que “no los pudo ver, ni saludar”. “Si me dejan ellos, me gustaría saludarlos y solidarizarme, que sepan que quiero que se sepa la verdad”, enfatizó.
Salud
Por último, el exministro aseguró “querer estar en paz”. “Para tener paz hay que esclarecer el caso. Yo venía bien de mi patología y tuve una recaída después de esto. Yo sé el pronóstico que tengo, es difícil transitar una patología oncológica en la que tuve recaída”, sostuvo.
Y cerró: “Sin lugar a dudas, a mí me afectó de una manera tremenda. Esta causa me robó la vida, parte de mi vida. Necesito paz y que esas madres tengan paz, que se sepa la verdad”.