En épocas de tarifas “sinceradas” y extremo calor, cuidar el consumo del aire acondicionado es fundamental. Y, por suerte, tampoco es tan complicado ni costoso hacer las cosas bien.
Con simples prácticas y precauciones que recopiló Clarín, es posible no exigir al máximo el equipo y, por ende, evitar gastar mucho más en energía.
Los 8 consejos para usar el aire acondicionado de la mejor manera:
1) Limpiar los filtros: muchos ni siquiera saben donde se ubican, aunque están tan al alcance como levantar la tapa principal del equipo. Con cuidado, es posible retirarlos y limpiar el polvillo que se acumula con el paso del tiempo. Con hacerlo una vez cada 6 meses alcanza y sobra.
2) Aislar ambientes: no alcanza con cerrar puertas y ventanas para contener el frío. Es recomendable bloquear hendijas y grietas de ventanas, taparrollos y cerramientos o bien renovar burletes.
3) Sin luz solar: los rayos de sol calientan y mucho el hogar. Mientras usemos el aire, bloquear lo más posible la luz exterior. Las cortinas y postigos, claves.
4) Usar una temperatura no tan baja: si estamos en casa y con ropa liviana, 24 o 25 grados está bien. Estudios indican que por cada grado menos el gasto crece 40%.
5) No exigir al equipo bajando grados: poner el aire en 18° no hará que el espacio enfríe más rápido, pero sí que se consuma más energía. En todo caso, es mejor subir la velocidad del ventilador. Cuando lo ponemos en 25° y la temperatura previa es superior, funcionará al máximo hasta llegar a ese punto.
6) Tener en cuenta la temperatura exterior: si en algún momento refresca y es más baja, aprovechar y abrir todo.
7) No olvidarse del ventilador: cuando el calor no es extremo, o por la noche, un ventilador puede permitir ahorrar mucho. Uno silencioso, mucho mejor para dormir: producen una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5 grados. Otro dato: un aire consume 15 veces más electricidad que un ventilador.
8) No usar un aire obsoleto: priorizar equipos que tengan la etiqueta de eficiencia energética, que estén marcados con las letras B, C, D, E o inferiores: cuanto más lejos de la A, mayor es su consumo de energía. Los más eficientes y recomendados hoy son los de clase A+, A++ o A+++ (la máxima) equipados con la tecnología Inverter: aparatos que logran mantener la temperatura deseada ahorrando hasta el 50% de la energía frente a un equipo equivalente convencional.