Es común que en verano las personas pasen muchas horas expuestas al sol, al calor, a insectos y a lo que propone la vida al aire libre. Sin embargo, eso obliga a tener cuidados para protegerse y dos elementos que siempre están presentes son el protector solar y el repelente.
Muchos se los aplican sin importar el orden y consideran que ese es un dato menor. Pero no. La dermatóloga Mariela Pusiol (MP.:27921 ME.: 12030) explicó a ElDoce.tv que “primero se pone el protector solar y arriba el repelente”.
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“Siempre va primero el protector y después el repelente, porque la crema va primero que el spray”, comentó y remarcó que esta disposición solo cambia si se tiene un repelente en crema y un protector solar en aerosol.
En el caso de tener ambos productos en formato spray, el orden aplicable es: primero protector y segundo, repelente. “Siempre, toda la vida, recomendamos eso”, subrayó la profesional y añadió que es importante repetir el proceso cada dos horas.
¿Es bueno combinarlos?
Es casi inevitable usar ambos productos juntos porque a veces se pasa el día al aire libre, ya sea en la pileta o en el río, y hay que protegerse de los fuertes rayos del sol y de los mosquitos ante el dengue.
Pusiol aclaró que “la combinación no es mala” pero hay un punto a tener en cuenta: “El repelente es tóxico”. “Nunca deja de ser tóxico y uno suma protector, repelente y sol”, comentó y abrió la duda de muchos: “El tema está en qué hacer. ¿Dejo que me pique el mosquito o no? A los repelentes hay que usarlos pero no dejan de ser inocuos”.
“La recomendación es usar ropa de manga larga para que el cuerpo esté más protegido y sea menos lo que se expone a estos tóxicos o químicos”, sostuvo para evitar aplicar tanto repelente en la piel y hasta sugirió hacerlo por encima de las prendas.
En ese sentido, Pusiol explicó que aplicarlo reiteradas veces puede producir “dermatitis de contacto” u otras patologías dermatológicas. “Un mal uso del producto, como ponérselo cada media hora en vez de cada dos, es perjudicial”, señaló.
A su vez, la dermatóloga hizo hincapié en que el protector solar no es tóxico para la piel y ofrece una protección del sol “muy beneficiosa”. Por último, indicó que es importante utilizar productos testeados y aprobados dermatológicamente y que cada tipo de piel necesita un producto en particular. Por ejemplo, no es lo mismo la piel sensible de niños y ancianos, que la de un adulto.