En las últimas horas se ratificó la condena contra el dueño de un pitbull que le arrancó un dedo de la mano a un hombre. La víctima intentó defender a su caniche toy del otro perro cuando ocurrió el feroz ataque.
El hecho tuvo lugar en una concesionaria de la zona noreste de la ciudad de Córdoba. Por los daños y perjuicios ocasionados, el dueño del pitbull deberá pagarle poco más de 3 millones de pesos al agredido, que perdió una falange del dedo.
El demandado afirmó que la situación había sido generada por la propia víctima, ya que ingresó al local con su perro sin correa. Dijo además que el caniche fue el que comenzó la pelea con el otro perro.
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De todas maneras, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 5° Nominación de la capital recordó que la responsabilidad por los daños causados por animales recae en su dueño o guardián y que solo puede eximirse de ella debe probar que existió una causa ajena que quiebra el nexo de causalidad entre el daño y el hecho del animal.
El tribunal consideró que las justificaciones del demandado “carecen de eficacia jurídica para revocar la sentencia”. También se explicó que, si bien el intento de demandantes de separar los animales representa una situación de peligro, resulta razonable, en virtud de la gravedad de los sucesos, la urgencia y magnitud de estos, “ya que se encontraba en riesgo la vida de su mascota”.
“La supuesta asunción o aceptación de riesgos por la víctima no puede ser invocada para excusar la aplicación de un factor de atribución objetivo o bien la responsabilidad de quien genera el daño. Entonces, el ordenamiento admite que la exposición a una situación de riesgo no implica consentir los eventuales daños que por ello se generen ni la renuncia al derecho de ser indemnizado”, señalaron los camaristas.