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En el segundo día del juicio a Néstor Soto por femicidio dieron su testimonio tres jóvenes que fueron amigas del asesino y tomaron distancia en los meses previos al crimen.
Herta Jeannette Vargas, la abuela de Néstor Soto, se quebró en varios tramos de su testimonio. Dijo que "jamás hubiera imaginado" que su nieto iba a convertirse en un asesino.
Néstor Soto asesinó a Catalina Gutiérrez en su departamento de Podestá Costa 3.110 y la llevó muerta en el Renault Clio hasta Pedro Echagüe al 3.900, donde la abandonó.