La muerte de Guillermo Bustamante en una estación de servicio de Córdoba desencadenó una investigación a policías. El conductor de una Eco Sport falleció tras un confuso episodio en el que fue detenido por no querer pagar la carga del combustible.
Hasta el momento habían hablado su esposa Agustina, que denunció abuso policial, y el comisario mayor Cristian Barrios, que defendió el accionar e insistió en que el hombre de 39 años agredió a los agentes. Ahora, en exclusiva Noticiero Doce rompió el silencio el playero que protagonizó la situación.
Después de declarar ante la Justicia, el hombre que prefirió preservar su identidad, dijo que Bustamante “no estaba en sí, estaba como ido”. Según relató, le pidió 10 mil pesos de nafta Súper y luego de cargarle le pidió que le abonara. “Tenía la plata en mano para pagarme pero no quiso hacerlo, me decía que ya me iba a pagar”, aseguró y siguió: “Miraba los billetes, como que los contaba, los volvía a guardar en el bolsillo. Me preguntó el precio, qué combustible había cargado, si había cerrado bien la tapa”.
+ VIDEO: la versión del playero:

Luego de insistirle unas cuatro veces, el playero llamó a un policía que estaba de guardia en el sector y no al 911 “porque no quería que se fuera el cliente sin pagar”. “Los efectivos se presentan y le dicen que estaba en un control policial, que dejara el celular”, siguió. Del otro lado del teléfono estaba la esposa de Bustamante, a quien le dijeron que fuera hasta la estación de servicio de barrio Villa Páez para abonar.
“Cuando le piden a la señora que corte la llamada lo quieren reducir, se pone violento, no se deja agarrar y empieza a gritar que le quieren sacar la plata. Llegan más móviles a colaborar. Cuando ven que no lo pueden reducir entre 4, piden el Duar”, relató el trabajador. Siendo ya varios efectivos, lograron reducir al hombre y lo esposaron.
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“Queda un efectivo policial con él atrás. En eso cierran la puerta y el policía se pone a los gritos de que se había sacado las esposas y que le había sacado el cargador del arma no letal”, añadió y continuó: “Abren las puertas y se desmaya”.
Según dijo el playero, vio que “lo reducían pero no que lo ahorcaban”. “Se notaba que no estaba en sí pero desconozco si tenía olor a vino”, afirmó y comentó que la mujer quiso entregarle los 10 mil pesos pero la Policía se lo impidió porque el cliente ya estaba detenido.
“Cuando lo vio que estaba desmayado en el piso entró a los gritos que lo habían matado, que lo habían golpeado”, concluyó.