Personal policial y del Ente Municipal de Fiscalización y Control, en conjunto con la Guardia Urbana, desarticularon dos fiestas clandestinas que, entre ambas, reunieron más de 1.000 personas en la madrugada del sábado en Córdoba.
Por un lado se llevó a cabo un evento no autorizado en el centro vecinal de barrio General Bustos, ubicado en la calle José Manuel Saravia al 550, en el que se registraron alrededor de 800 asistentes, en su mayoría menores de edad.
Se labraron diversas infracciones que incluyen la realización de espectáculos públicos sin habilitación, falta de medidas mínimas de seguridad, facilitación a la intoxicación de menores y cobro de entradas sin autorización. Además, se secuestró un equipo de sonido valuado en siete millones de pesos.
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Por otra parte, en el Club General Paz Juniors también se desarticuló una fiesta no permitida, tras un llamado de los vecinos de la calle Arenales al 500. En el lugar había cerca de 200 personas.
El espacio no posee habilitación vigente ni posibilidad de gestionarla, ya que se encuentra bajo un amparo judicial. Se labró un acta por la realización de espectáculos públicos sin habilitación.