Después del derrumbe del techo de un bar de barrio Güemes que dejó como saldo la muerte de Ramiro Alaniz Cortes (34), el foco está puesto en el edificio colindante llamado María Reina. Parte de la pared de revestimiento se desprendió y la hipótesis es que fue a raíz del viento, provocando la caída sobre la propiedad donde funcionaba Posto.
Los investigadores intentan determinar a través de pericias en qué condiciones estaba la construcción para encontrar culpabilidades. Casi al mismo tiempo en que se realizaban los estudios en el lugar, algunos inquilinos revelaron los graves problemas de humedad y construcción con los que lidian desde hace al menos 10 años.
Un hombre que vive en el edificio relató a ElDoce.tv que hace 13 años, antes de que se habilitara, había personas viviendo en un ala y debieron mudarse por la humedad. “Había problemas en las cañerías del agua de esa parte del edificio”, sostuvo.
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También comentó que una conocida suya debió mudarse por las filtraciones y detalló que los problemas habrían surgido en casi todos los departamentos D y E de la obra. Otro joven que vivió en el complejo coincidió y explicó que inclusive tuvieron que hacer muchas paredes de nuevo porque la humedad las había afectado.
Otro testimonio
Otra chica que alquila una unidad desde hace dos años se sumó a la palabra de los otros inquilinos y contó que hace algunas semanas se inundó una vinoteca de un local que pertenece al María Reina. Además, detalló que varios aleros se desprendieron y que son reiterados los problemas con la mantención del edificio.
Según comentó la joven que prefirió resguardar su identidad, recién este domingo los vecinos se enteraron que la tragedia habría sido ocasionada por su edificio por medio de una persona que vive en una de las construcciones del frente.
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“Anoche sentimos la explosión, nos comunicamos por mensaje y nos bajamos a ver qué pasó”, explicó y siguió: “Todos pensamos que el viento había desplomado el techo del mismo bar”.
De acuerdo a lo que dijo, en la noche del sábado no notaron la rotura de la pared externa del edificio. “Nunca nos imaginamos que podía ser la pared de nuestro edificio”, añadió conmocionada.
Algunos inquilinos se comunicaron con el encargo y la administración pero hubo quienes no obtuvieron respuesta y otros a los que le dijeron que el lunes iban a hablar con ellos.

Qué muestran las fotos
Consultados por este medio y a partir de las fotos del edificio, dos arquitectos de trayectoria advirtieron que, si bien el ‘no mantenimiento’ podría empeorar alguna situación, “por lo visto pareciera que el anclaje entre el muro de cerramiento (el que quedó en pie) y el de revestimiento (el que se cayó) no estaba bien hecho”. “De hecho no se ven rastros de los anclajes, lo cual es extraño”, analizaron.