El fiscal Andrés Godoy imputó este martes a un efectivo de la Policía de Córdoba por el caso de la adolescente de 17 años que perdió un ojo tras recibir un disparo durante un procedimiento policial en barrio Zepa. Quedó acusado por lesiones graves agravadas y falsedad ideológica, y continuará en libertad.
El hecho ocurrió el pasado 8 de junio, en medio de una situación tensa entre vecinos y agentes que aún es motivo de investigación.
Durante el operativo, y en circunstancias que siguen bajo análisis, la joven fue alcanzada por un balín de gas pimienta, disparado desde una arma no letal tipo Byrna por parte de uno de los uniformados. Tres días después, el 11 de junio, los médicos confirmaron que la chica había perdido la visión de uno de sus ojos de forma irreversible.
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Desde entonces, la Fiscalía avanzó con las tareas investigativas para determinar si el accionar del agente fue conforme al protocolo que regula el uso de este tipo de armamento. El efectivo involucrado fue identificado hace varios días y, tras recabar las pruebas correspondientes, Godoy ordenó su imputación formal.
La investigación apunta a establecer si existió un uso indebido o excesivo del arma, teniendo en cuenta las consecuencias que sufrió la víctima.
El operativo en barrio Zepa
El hecho se enmarca en un conflicto más amplio ocurrido en barrio Zepa, donde días antes habían sido trasladadas personas desde los asentamientos Miralta y El Platito. Según la versión oficial de la Policía, dos hombres que habrían apedreado colectivos fueron detenidos, lo que provocó disturbios posteriores en la comisaría. En ese contexto, los uniformados usaron armas no letales para dispersar a los agresores.

Sin embargo, otras versiones recogidas por ElDoce.tv indican que el enfrentamiento se dio entre vecinos del lugar y personas recientemente reubicadas, lo que encendió un clima de fuerte tensión que derivó en la intervención policial.