Crítico, molesto y, por momentos, indignado. Así se lo vio al fiscal Raúl Garzón en la entrevista exclusiva que le brindó a Noticiero Doce luego de las condenas por los asesinatos de bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba.
Sobre el juicio, sinceró que lo vio “con mucha impotencia en muchos de los pasajes” y aclaró: “Si me preguntan si podría haber sido de otra manera, diría que sí”.
Profundizando en las penas, dejó claro su descontento con la absolución del ministro Diego Cardozo, a quien puso en el banquillo de los acusados: “Si usted me dice ‘en base a lo que usted traía desde la acusación’, a lo que yo investigué, para mí esas no son las penas que hubiese yo pedido en el caso de los funcionarios”.
Garzón argumentó que hubo “diferentes responsabilidades” y que “no todos son iguales”. “No es lo mismo una jefa de servicio que una directora. Ni un ministro... ahora, con los funcionarios públicos, desde los directivos hasta el señor ministro, hay como una gradación de responsabilidades antes del juicio”, subrayó.
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Perpetua
La condena a Brenda Agüero sí dejó conforme al fiscal, que incluso frenó rotundamente la hipótesis de que se trate de una perejil: “No, no, no. Estuvimos ante la presencia lamentable de los hechos cometidos por una persona. La prueba me llevó a ella. Acá no hubo perejiles de ninguna manera. Nadie se iba a imaginar al inicio que había una asesina serial”.
“Fue dejando muestras en cada hecho, y fueron muchos. Si hubiese cortado con el primer caso, quizá hubiese quedado absolutamente impune”, advirtió.
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De todas maneras, reprochó que durante el juicio “se puso en riesgo la verdad”. “Temí que la verdad que fluía de la prueba pudiese no haber llegado a los jueces y jurados de modo claro y limpio”, explicó, y marcó que hubo “numerosos detalles pequeños que contienen verdad”.
“Este fiscal dejó a todos los funcionarios en el banquillo de los acusados y también a un colega. Ya lo demás no depende de mí”, sentenció.