Una nueva imagen de “El Orejudo”, el menor acusado de asesinar a Sebastián Villarreal, generó indignación y reavivó el reclamo de justicia. En la foto publicada en redes sociales, el joven aparece luciendo un chaleco antibalas de la Policía de Córdoba y empuñando lo que parecen ser tres pistolas y una escopeta casera. La postal desató una catarata de críticas y la familia de la víctima volvió a apuntar con dureza contra el Estado.
Jimena Villarreal, hermana del trabajador asesinado en febrero de 2024, publicó un extenso y desgarrador descargo en el que acusó a Senaf y al Ministerio de Seguridad de “negligencia, abandono y complicidad”. Según reveló, hace un mes mantuvieron una reunión a puertas cerradas con la secretaria de Senaf, Julia Reartes, la ministra Liliana Montero y el secretario de Seguridad, preocupados justamente por la posibilidad de que “El Orejudo” volviera a delinquir o mostrarse con armas.

“Sabíamos que iba a pasar nuevamente. Los ministros y agentes también lo sabían”, escribió Jimena. Y aseguró que en aquel encuentro les respondieron: “Hacemos lo que podemos”. También denunció que les mintieron al decir que no intervenían más en el caso y que solo podían hacerlo por orden judicial, algo que calificó como “absurdo”.
“La foto es una provocación, una muestra de impunidad. ¿Cómo accede a un chaleco de la Policía? ¿Qué nos está queriendo decir?”, planteó Jimena, quien expresó su sospecha de que el adolescente esté recibiendo protección dentro de una red delictiva. Además, remarcó que la imagen aparece justo a menos de un mes de la audiencia preliminar para el juicio, lo que les genera más incertidumbre y dolor.
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“Esperan que alguien lo mate. Ya sea la Policía o algún otro delincuente. Así lo limpian del medio”, denunció con crudeza como ya apuntó en otras oportunidades. También dejó en claro que no van a parar hasta conseguir justicia para Sebastián. “Es la séptima vez que atravesamos esto. Es una locura. El horror se volvió cotidiano y el Estado es responsable”, cerró.
