Aunque las estadísticas oficiales marcan una baja en los índices de pobreza, en los barrios de Córdoba la realidad es muy distinta. En el comedor Ángel de la Guarda, de barrio San Ignacio, cada vez son más las familias que dependen de un plato de comida para poder sobrellevar la crisis.
El Indec informó una disminución de 21,3 puntos interanual en la pobreza, pero en la práctica, la demanda en los comedores sigue en aumento. Allí, alrededor de 250 personas hacen fila cada jornada para acceder a la comida que preparan con esfuerzo las encargadas.
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La lucha diaria
“Me gustaría dar la comida y la merienda toda la semana porque tengo mucha gente que realmente necesita”, contó Yésica Heredia, responsable del merendero, en diálogo con Noticiero Doce. Y lamentó: “Salimos a pedir en un carrito porque nos robaron la moto hace unas semanas”.
Yésica explicó que antes alcanzaba con una sola olla, pero ahora debe preparar dos para la comida y una y media para la merienda. Sin recursos suficientes, muchas veces se ve obligada a improvisar. “Hoy tuvimos que hacer fuego porque nos quedamos sin gas. Compré solo 2 kilos de arroz de los 7 que suelo usar porque no tengo plata”, relató.
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La encargada confesó que en varias ocasiones no logra cubrir la demanda: “La semana pasada nos quedaron 20 familias sin comer. Tenía un puré de tomate y un paquete de fideos y eso fue lo que les pude dar”.
El comedor recibe apoyo del Banco de Alimentos, pero muchas veces no alcanza. “Me parte el alma tener que cerrar las puertas y decir que no hay más. La gente se va enojada, pero no tengo alimento”, expresó y agregó: “Salgo a pedir a las 18 con el carrito”.

Un llamado a la solidaridad
El comedor nació durante la pandemia y desde entonces no paró de crecer. “Cada vez hay más pobreza, se nota cada vez más. La gente pide pan, arroz, un poco de aceite, de azúcar”, aseguró sobre la realidad que ve día a día. Y pidió a los políticos “que se pongan las manos en el corazón y ayuden más a la gente”.
La historia del comedor Ángel de la Guarda refleja con crudeza cómo detrás de las estadísticas, la realidad en los barrios muestra que la necesidad es cada vez mayor. Para ayudar a Yésica se puede transferir al alias yesiheredia1 (cuenta de Mercado Pago a nombre de Yésica Vanesa Heredia).