Pasar de una vida entre montañas a encontrarse por primera vez con el mar es mucho más que un cambio de paisaje: es una experiencia que transforma. Para un grupo de niños que vive en la inmensidad serrana de Los Gigantes, en Córdoba, estar en una playa es un sueño inimaginable.
Los alumnos de la escuela rural Nuestra Señora del Valle nunca sintieron el olor salado del mar ni escucharon el sonido de las olas. Ahora, ese horizonte que parecía tan lejano está a punto de volverse real pero aún necesitan un empujón más.
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Con la ayuda de la Fundación Manos Abiertas Córdoba, padres y docentes de la comunidad lograron recaudar parte del dinero para cumplir este viaje que en un principio parecía imposible. Ahora les falta juntar algunos fondos más para convertirlo en realidad.
Daniela Magnano, presidenta de la ONG, relató a Telenoche que tanto los padres como los maestros llevaron adelante diferentes actividades para conseguir fondos. “Los alumnos hicieron mermeladas y nosotros lanzamos también una campaña”, especificó.
“Muchos de los chicos ni siquiera han ido a la ciudad de Córdoba. Es enriquecedor que puedan ver otro paisaje, escuchar otros sonidos”, comentó al respecto Mario Calderón, profesor de música de los estudiantes.
“El mar es sólo algo que ellos han visto en las películas o en los videos”, agregó, Diego Bustos, director de la institución.
Por otro lado, resaltó que el colegio funciona como un centro para toda la comunidad ya que varios chicos atraviesan largas distancias para poder completar su educación. Algunos incluso atraviesan trayectos de más de dos horas para ir a estudiar.
“Ofrecemos una oportunidad de albergue por las distancias para que se queden de lunes a viernes. Para muchos es la única oportunidad de asistir a la escuela”, explicó.