La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) lanzó una serie de disposiciones que apuntan a proteger la salud pública frente a productos sin aval oficial. La decisión incluye desde lavandinas y limpiadores hasta tratamientos capilares y maquinaria estética que circulaban por fuera de los controles establecidos.
Una investigación destapó un conjunto de productos de la marca Limpimax que se promocionaban a través de redes sociales, pero no figuraban en los registros oficiales. Además, se descubrieron etiquetas con datos falsos, domicilios imposibles de verificar y números de inscripción inexistentes. Por ello, se dictaminó la prohibición total de su elaboración y venta hasta que regularicen su situación.
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En otro operativo, Anmat detectó en un local de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, productos capilares de la línea T’ecnoliss utilizados en alisados y plastificados. Según el organismo, estos artículos podrían contener formol, un químico tóxico que puede provocar reacciones graves en piel y vías respiratorias. Frente al riesgo, se resolvió prohibir su comercialización, aplicación y promoción en todo el territorio nacional.

La tercera alerta provino de Chubut, donde un dispositivo estético fue identificado durante una inspección conjunta con autoridades sanitarias locales. El equipo, presuntamente del modelo Soprano Ice – Alma, no contaba con respaldo documental ni constancia de ingreso legal al país. La empresa titular del registro negó cualquier relación con el aparato.
Ante la imposibilidad de certificar su origen y funcionamiento, se ordenó retirar el equipo del mercado y se vetó su uso hasta nuevo aviso. Estas acciones reflejan la necesidad de controlar lo que se vende, se aplica y se utiliza, para evitar que prácticas inseguras pongan en riesgo a consumidores y profesionales por igual.