Con el paso de las horas, se conocen más detalles escalofriantes del doble femicidio de Luna Giardina (24) y su madre Mariel Zamudio, en manos de Pablo Laurta en una casa de la zona norte de Córdoba. El homicida, expareja de Luna y padre de su hijo de cinco años, fue detenido en Gualeguaychú cuando intentaba cruzar a Uruguay con el niño.
Un vecino de las víctimas, que prefirió mantener su identidad en reserva, relató en Arriba Córdoba el dramático momento en que descubrió el crimen. Según contó, la Policía fue hasta el lugar porque habían detectado que el botón antipánico de Giardina estaba desactivado. “No salían y le digo al oficial que tenía el teléfono de Luna y de la madre, si quería las llamaba. Llamé tres veces a Luna y no me atendió, llamé a la madre y tampoco. Me daban apagados los teléfonos”, recordó.
+ VIDEO: la palabra del vecino que encontró a las víctimas:

Pese a que él no tuvo respuestas a las comunicaciones, los agentes se retiraron sin ingresar al domicilio. “Ahí me preocupé y le comenté a otro vecino que había escuchado una detonación y que había visto al muchacho irse con el niño”, explicó.
Como seguían sin señales de las víctimas, los vecinos alertaron a la Policía y cuando los oficiales llegaron intentaron entrar a la casa. En ese momento se encontraron con la escena del horror: “Automáticamente se vio el cuerpo y ahí nos hicieron salir afuera. Nos encontramos con el desenlace, Mariel estaba en el patio trasero”.
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“Eran buenas personas. Luna era muy compañera de su hijo, lo cuidaba a sol y sombra, no lo dejaba ni un minuto solo”, afirmó. Sobre el femicida, dijo que no había mostrado comportamientos extraños en los días previos ni lo habían visto en la zona. Sin embargo, recordó que escuchó una detonación desde el patio de su casa y que su primo vio a Laurta entrar. “Él sí escuchó dos detonaciones”, subrayó.

“En la mañana lo vi salir tipo 10 con el nene, con actitud normal, inexplicable. Salió como si fuera dueño de su casa, el nene no lloraba, pensé que habían arreglado las cosas”, concluyó aún conmocionado por lo ocurrido.