La investigación por el crimen del remisero Martín Sebastián Palacio en Concordia sumó este miércoles detalles estremecedores. Tras el hallazgo del torso el lunes en una zona rural cercana a Estación Yeruá, en Entre Ríos, los rastrillajes continúan en busca de otras partes del cuerpo. Según confirmaron fuentes judiciales, el cadáver estaba decapitado y presentaba amputaciones en los brazos y las piernas a la altura de las rodillas.
Los peritos explicaron que la víctima tenía un gran tatuaje que cubría el hombro y parte del brazo izquierdo, y que el corte fue realizado más arriba para eliminar esa marca identificatoria, según indicó Infobae. La violencia de las mutilaciones y el estado en que se encontraron los restos complican avanzar con la autopsia y precisar la causa exacta de la muerte.
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Mientras los equipos trabajan en la zona rural para localizar el resto del cuerpo, Pablo Laurta —acusado por tres homicidios— fue indagado este miércoles por la fiscal Daniela Montangie. Tras ser trasladado a los Tribunales de Concordia bajo un fuerte operativo de seguridad, se negó a declarar y quedó imputado de homicidio criminis causa.
La reconstrucción judicial reveló que Laurta contactó a Palacio por WhatsApp días antes del asesinato. Le solicitó un traslado desde Federación, Entre Ríos, hacia Rafaela, Santa Fe, pero nunca mencionó que planeaba continuar hasta Córdoba. La noche del 7 de octubre se encontraron en la terminal de Concordia; pocas horas después, el chofer fue asesinado y su cuerpo desmembrado.
El uruguayo continuó solo su recorrido hacia la capital cordobesa por rutas rurales para evadir controles. El 9 de octubre se halló el Toyota Corolla de Palacio incendiado en Villa Retiro. Dos días más tarde, Laurta asesinó a su expareja, Luna Giardina, y a su exsuegra, Mariel Zamudio, en barrio Villa Serrana. Tras huir con su hijo de 5 años, fue detenido el domingo 12 en Gualeguaychú.