El caso que conmociona a Buenos Aires por el hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima, desaparecido desde hace 41 años, sigue sumando capítulos de fuerte carga emocional. En la previa a la declaración de Cristian Graf (58) —dueño de la casa de Coghlan donde fue encontrado el cadáver—, la madre del joven rompió el silencio y dio un testimonio desgarrador.
“Fue desesperante. Salir al balcón, mirando la ventana a ver si volvía. Se fue para ir y volver, con mi marido lo esperábamos para cenar. Y ahora lo tengo muerto, no lo tengo. Pido justicia nada más”, relató Irma Lima (87) en diálogo con Radio Mitre, evocando el calvario de más de cuatro décadas de espera.
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Entre lágrimas, recordó los años de búsqueda junto a su esposo: “A veces le decían que habían visto a alguien parecido a Diego y él se iba volando con la bicicleta… pero no era. Nos quedamos esperando que vuelva y nunca más volvió“.
Para la madre, no hay dudas sobre la autoría del crimen. “Lo que le pido al juez es justicia, por favor. Me mató a mi hijo. Tenía 16 años. Quiero saber por qué, qué pasó. No puede ser una persona que ya esté suelta, que no esté detenida. ¿Y quién lo mató si él no fue? El cuerpo apareció en su jardín. Que lo agarren ya”, exigió.

Sobre su hijo, lo recordó con ternura: “Era bueno, estudioso, deportista. Tengo las medallas que le dieron de Excursionistas. Un hijo divino”.
El avance judicial
El juez de Instrucción Alejandro Litvack citó a declarar este viernes a Cristian Graf como principal sospechoso en la causa. Aunque el homicidio de Fernández Lima prescribió por el paso del tiempo, el fiscal Martín López Perrando lo investiga ahora por encubrimiento agravado, ya que el cuerpo del joven fue hallado enterrado en el jardín de la casa donde residía Graf, que perteneció a la familia del músico Gustavo Cerati.
Esta será la primera vez que el acusado brinde su versión de los hechos. Mientras tanto, la familia de Diego solo pide lo que esperan desde hace más de cuatro décadas: justicia y verdad.