El Tribunal Oral Criminal N° 2 de La Matanza condenó a prisión perpetua a Jonatan Ezequiel Soto, conocido como “Pechuguita”, de 19 años, por el asesinato de Hilda Tello, la mujer que fue baleada en el cuello mientras viajaba en un colectivo de la línea 174 en enero pasado, en San Justo, Buenos Aires.
Los jueces Lucila Laura Pacheco, Diego Sebastián Burgueño y Pablo Ernesto Lago lo encontraron culpable de homicidio agravado y robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa.
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El crimen ocurrió el 15 de enero, cuando dos asaltantes en moto intentaron robar a un vecino que lavaba su auto en la vereda. Al advertir la situación, el chofer del interno 623, Cristian Paz, estrechó el paso del vehículo para impedir el escape de los ladrones.
En respuesta, el acompañante de la moto disparó tres veces contra el colectivo en movimiento. Uno de los proyectiles impactó en el cuello de Tello, de 45 años, quien estaba sentada en la última fila junto a su hija de 8, que también resultó herida.
Durante el juicio, Soto —que tenía 18 años al momento del hecho— admitió haber efectuado los disparos pero dijo no haber querido matar. “Pido perdón. No quise matar a nadie. Si pudiera volver el tiempo atrás, no me subiría a la moto”, declaró ante el tribunal.
La sentencia estableció que Soto permanece detenido desde el 13 de febrero y que recién podrá solicitar una morigeración de pena en 2060, cuando cumpla 35 años de prisión.

El prófugo
Su cómplice, Dylan Vivas, quien conducía la motocicleta, permanece prófugo y tiene orden de captura nacional e internacional.
El fallo fue celebrado por la familia de la víctima, que destacó que la condena “hace justicia por Hilda y por su hija”, aunque remarcaron que “nada podrá reparar el dolor que dejó ese día”.



