Este lunes comenzó en Córdoba el juicio por el femicidio de Christelle Heredia, la joven asesinada a puñaladas el 16 de junio de 2024 por su pareja, el ciudadano chileno Felipe Herrera Larenas, en un departamento de calle Catamarca al 1000, en barrio General Paz.
En la primera audiencia del proceso, la familia de Christelle se mostró conmocionada por el relato de los hechos y por la actitud del acusado. Su hermano, Franco Heredia, habló con Noticiero Doce y no ocultó su indignación.
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“Fue bastante incómodo, escucho a su madre, que tiene a su hijo como inocente, y he sentido mucha incomodidad. Ha sido muy duro”, contó sobre lo vivido en la jornada judicial.
Aseguró que ver al acusado frente a frente le provocó una mezcla de dolor y enojo: “Al verlo me dieron ganas de cagarlo a trompadas, de reventarlo, que sienta el dolor, que alguien lo desfigure a golpes. Siento mucha bronca, aparte con la impunidad con la que se está manejando, ni siente culpa. No fue capaz ni de mirarla a mi mamá”.
También cuestionó la estrategia de la defensa, que podría intentar argumentar problemas psicológicos del imputado: “No sé si buscan la inimputabilidad o si buscan que pase como que tenía problemas psicológicos o de depresión”.
Sobre la relación de su hermana con el acusado, Franco recordó: “No llegué a conocerlo, lo mío era ‘hola y chau’ en las reuniones, nunca me cayó bien, nunca me cerró esa relación ni sentía empatía por el muchacho”.
Finalmente, el hermano de Christelle pidió justicia ejemplar y fue contundente: “El dolor que tenemos no se va a ir, la única manera que sintamos paz va a ser si se muere. Yo pediría que estudien el tema de la pena de muerte. Con una perpetua no es suficiente, creo que la única tranquilidad para mi familia es que se muera”.