En las últimas horas se conocieron los mensajes que Débora Bulacio le envió a su hija Tania antes de ser asesinada por su pareja en Necochea. La mujer había viajado a pasar el fin de semana con el hombre que luego se convertiría en su asesino, y durante su estadía mantuvo un intercambio intermitente con su familia, marcado por silencios, falta de crédito y señales de angustia.
En un audio que trascendió Débora se mostraba desanimada. “Acá estoy, pasándola no muy bien, pero bueno, intentando pasarla bien ahora”, se la escucha decir desde la ciudad costera.
En otro fragmento, agrega con tono resignado: “A ver si me pongo las pilas y trato de pasarla bien porque la verdad que la vengo pasando súper mal. Debe ser mi culpa, yo sé que es mi culpa, pero bueno”.
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Según relató su hija, esos fueron algunos de los últimos contactos que tuvieron. “Lo último que sé de ella es del sábado a la noche. Me mandó que no tenía crédito, que estaba usando wifi ahí, y el último mensaje que me mandó fue un audio diciéndome que había agarrado wifi y que me amaba”, contó Tania en diálogo con TN.

“Me dio a entender que me iba a escribir cuando pudiera conseguir wifi”, agregó la joven, quien explicó que al día siguiente intentó responderle, pero “ya no le llegaban los mensajes”.
Horas después de ese último contacto, la policía encontró el cuerpo de Débora enterrado en una zona cercana al Lago de los Cisnes, en Necochea. Su pareja fue detenida acusado de femicidio.



