El aumento de las estafas virtuales encendió señales de alerta entre entidades financieras, reguladores y organismos judiciales. Frente a ese escenario, el Banco Central reunió a todos los sectores involucrados para analizar posibles acciones y elaborar una estrategia conjunta.
En ese encuentro, las autoridades del BCRA describieron un panorama complejo, marcado por un avance veloz del ciberdelito. Aunque aún no hay decisiones tomadas, se delineó un conjunto de ideas que busca aportar herramientas prácticas para frenar maniobras cada vez más frecuentes.
Entre las propuestas figura la creación de un sistema que detecte usuarios con una cantidad inusual de cuentas abiertas. La intención es identificar conductas riesgosas y reforzar los controles sin imponer límites estrictos, aprovechando la información que ya está disponible entre bancos y billeteras.
También se planteó incorporar un “botón de bloqueo rápido”, que permitiría a una persona frenar de inmediato todos sus productos financieros en caso de sufrir una estafa digital. Sería un recurso útil para actuar rápido ante hackeos o accesos indebidos, aunque requerirá mecanismos que eviten abusos o falsas denuncias.
El debate incluye, además, la cooperación internacional. Muchas operaciones fraudulentas terminan fuera del país y varias autoridades de la región analizan compartir datos para evitar que esos fondos circulen sin control. Mientras tanto, especialistas remarcan que la irrupción de la inteligencia artificial y los deepfakes elevó aún más el riesgo, lo que obliga a reforzar las defensas en todos los niveles.