En los últimos días circuló en redes un consejo tan curioso como polémico: regar las plantas con gaseosa cola. El video viral asegura que estas bebidas contienen “componentes muy beneficiosos para tus plantas y flores” y que, usado con moderación, podía ayudarlas a crecer mejor. La idea, por rara que parezca, llamó la atención de miles de usuarios.
El truco se basa en la creencia de que ciertos minerales presentes en los refrescos pueden actuar como un impulso extra para las plantas. En el clip compartido una y otra vez, incluso se advertía: no hay que vaciar la botella entera, solo usar un poco. Pero, ¿qué hay de verdad detrás de este fenómeno que se volvió tema de conversación?
Para despejar dudas, ElDoce.tv consultó al ingeniero en forestación Franco Todone, quien explicó qué ocurre realmente cuando se riega con este tipo de bebidas. Según el especialista, la clave no está en un supuesto beneficio directo para la planta.
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“La gaseosa cola como cualquier otra gaseosa tiene azúcares (varían entre sacarosa, fructosa, glucosa). Todas tienen azúcar. La idea detrás de agregar azúcar a las plantas puede llegar a ser un beneficio indirecto (en muy pequeñas dosis)”, explicó Todone. El ingeniero aclaró que lo que se alimenta no es la planta, sino el suelo.
“En realidad se agrega una fuente de alimento para los microorganismos del suelo y no fuente de alimento para la planta en sí. La planta produce azúcares naturalmente a través de la fotosíntesis. No la necesita como suplemento”, continuó.
Problemas que puede traer
- Atrae patógenos del suelo, que pueden dañar gravemente las raíces y enfermar a la planta.
- Altera la presión osmótica, lo que dificulta que la planta pueda absorber correctamente agua y minerales.
- Exceso de azúcar en el suelo, que rompe el equilibrio natural y perjudica la salud general del sistema.
- Dependencia de microorganismos sobreestimulados, que puede desbalancear la microbiota del suelo.
- Falso aporte nutritivo, ya que la planta no necesita azúcar externo y no obtiene beneficios directos.
Luego detalló: “Lo que pasa es que los microorganismos del suelo consumen este azúcar (que es principalmente carbono) y, en el proceso, mineralizan el nitrógeno u otros nutrientes para que estén disponibles para las plantas. Estos productos a veces se comercializan como fuentes de carbono o estimulantes”.
Sin embargo, el uso excesivo podría traer más problemas que soluciones. Todone advirtió: “El problema es que un ligero exceso puede atraer patógenos del suelo muy perjudiciales para la salud de las raíces y de la planta. El azúcar también puede alterar la presión osmótica del sistema afectando su capacidad de absorción de agua y minerales”. Es decir, un mal cálculo puede terminar dañando el cultivo.
Por eso, el especialista fue claro al cerrar su análisis. “No aconsejo su aplicación, aunque algunas bebidas tengan fósforo, la salud de los microorganismos del suelo es crucial para la salud de las plantas”, afirmó.