La vacunación en la Argentina atraviesa uno de sus peores momentos. Las cifras muestran una caída histórica en la cantidad de personas que se acercan a los vacunatorios, una tendencia que se profundizó después de la pandemia y que enciende todas las alarmas en el sistema de salud.
Desde el Ministerio de Salud de Córdoba, la supervisora de inmunización Vanesa Cura advirtió este martes en diálogo con Arriba Córdoba: “Necesitamos una población vacunada, es la única herramienta de prevención contra todas las enfermedades inmunoprevenibles que circulan todo el año”.
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La especialista remarcó que los vacunatorios funcionan de lunes a viernes, son gratuitos y no hay demoras. “Tienen que ir a todos los vacunatorios de la provincia, tenemos una amplia gama horaria”, sostuvo y siguió: “Se llegan con el DNI únicamente, si no tienen carnet no pasa nada. No hace falta tener indicación médica”. “Es rápido, es gratuito, es por orden de llegada”, detalló.
Vacunas
En plena temporada de vacaciones, muchas personas se acercan solo por la vacuna de la fiebre amarilla, pero Cura insistió en que es fundamental tener al día otras vacunas como tétanos, hepatitis B, influenza y la triple viral (que protege contra sarampión, rubéola y paperas). “No hay excusas, no necesito ni un carnet de vacunas ni una indicación médica. Todos los vacunatorios cuentan con personal altamente capacitado para responder dudas de pacientes”, aseguró.
La supervisora fue contundente: “Me voy tranquilo de vacaciones y me vuelvo tranquilo”. El objetivo es evitar que los viajeros importen o exporten virus y así proteger a toda la comunidad.
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Cura reconoció que hace años se encuentran con personas que evitan algunas vacunas. Al respecto, advirtió: “Estamos frente a una realidad epidemiológica que nos va a poner en un lugar desagradable y no queremos volver a pasar lo que pasamos en pandemia”.
Las autoridades sanitarias insisten: las vacunas son eficaces, son seguras y está comprobado que funcionan. La caída en la cobertura pone en riesgo la salud colectiva y puede abrir la puerta a brotes de enfermedades que ya estaban controladas.



