La familia de Adrián González expresó su indignación y desilusión luego de que la Cámara Quinta del Crimen de Córdoba condenara a Jonathan Brizuela a 8 años de prisión por el crimen ocurrido el 4 de febrero de 2024 en la localidad de Malagueño.
El veredicto, que fue mucho menor al que la familia esperaba, provocó una gran frustración, ya que consideran que la pena no se ajusta a la gravedad del crimen.
González fue asesinado cuando Brizuela, tras una discusión previa, lo atacó arrojándole un adoquín a la cabeza mientras se trasladaba en moto por el barrio Santa Bárbara. La víctima sufrió una muerte cerebral y falleció horas después en el Hospital de Urgencias.

El fiscal Alejandro Fenoll, quien había pedido una pena de 8 años por homicidio simple con dolo eventual, fue el blanco de las críticas por parte de los padres de la víctima. Consideraron que la calificación legal fue demasiado benigna.
Fenoll justificó su alegato refiriéndose a una secuencia de hechos desafortunados, y cuestionó a la instructora del caso, la fiscal Jorgelina Gómez, por haber optado por la calificación de homicidio calificado por alevosía, que finalmente fue modificada por el juez de Control, Daniel Strasorier.
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En su intervención, Fenoll argumentó que González sabía que pasaría por allí, no llevaba casco y había ingerido alcohol, lo que, según él, no daba certeza sobre si se dirigía a trabajar o a otro lugar. El razonamiento no fue suficiente para la familia, que sostiene que el ataque fue deliberado y que la pena impuesta “es excesivamente baja para un crimen tan violento”.
Edgardo Perdernera, abogado de la familia González, confirmó a Carlos Paz Vivo que apelará el fallo de la Cámara Quinta, en sintonía con el reclamo luego del veredicto dictado este jueves en la villa serrana.




