Un video de apenas un minuto y cuarenta segundos bastó para que Nata, un chico de 14 años, tocara el corazón de miles de personas. Frente a la cámara, con una mezcla de timidez y coraje, dejó en claro que su mayor deseo para esta Navidad no es un regalo material, sino algo mucho más profundo: “Mi deseo para esta Navidad es tener una familia”, expresó.
Desde hace poco más de un año, Nata vive en un hogar en el centro de Rosario. Fue él mismo quien decidió grabar y subir el video a las redes sociales, con la esperanza de encontrar a alguien que lo adopte y le dé el amor que tanto busca.
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Una historia marcada por el dolor y la esperanza
“Nací en Santa Fe, viví situaciones de maltrato, gritos y violencia. Algo demasiado doloroso en mi infancia. A los 12 años mi mamá me llevó a tribunales para darme en adopción. Yo no quería porque siempre quise tener una familia desde chiquito: un papá y una mamá. Algo que nunca pude cumplir”, contó Nata en el video que rápidamente se viralizó.
El adolescente relató que hace más de un año está en el hogar y que, a pesar de todo, sigue apostando a sus sueños. “Me gusta mucho el deporte. Hago natación dos veces por semana, es un deporte que disfruto demasiado, me divierte, me relaja. Me cuesta demasiado pero estoy tratando de ir todos los días al colegio”, compartió.
Según los últimos registros, más de 500 familias de Argentina y del extranjero se inscribieron para adoptar, pero el plazo para anotarse vence el 20 de diciembre. Por eso, las autoridades reiteraron el llamado a quienes estén interesados en completar el trámite y darle a Nata la oportunidad de tener una familia.
“Cuando la mamá de Nata lo dejó hace más de un año, el Poder Judicial le designó por sorteo en septiembre de 2024 una abogada especialista en niñez. Como nadie se postuló en su entonces para adoptarlo, Nata pidió hacer el video para salir a contar su historia y encontrar eso que tanto desea que es una familia”, explicó a TN Paola Scicchitani, la abogada del adolescente
Un camino difícil
La vida de Nata estuvo marcada por el abuso, el abandono y el maltrato. A los siete años fue separado de su familia por situaciones de violencia; su madre fue privada de la libertad y, bajo el cuidado de su padre, sufrió nuevos episodios de violencia que derivaron en la detención de este último.
Después, vivió con sus tías y, tras la liberación de su madre en 2021, intentaron una revinculación que no prosperó. Finalmente, en 2024, su madre lo llevó a los tribunales y manifestó su deseo de dejarlo en adopción. Actualmente su madre está en prisión.



