El caso que conmocionó a la Policía de Córdoba sumó un nuevo capítulo. El fiscal Franco Pilnik agravó la imputación contra el cabo Germán Peralta, acusado de sacar fotos y grabar videos a sus compañeras en el baño de mujeres del subsuelo de la Jefatura.
El escándalo estalló cuando un grupo de uniformadas descubrió un celular asomando por un hueco en la pared del baño femenino, justo detrás de uno de los inodoros. La situación generó indignación y una ola de denuncias dentro de la fuerza.
Peralta fue indagado por el fiscal Pilnik y negó cualquier responsabilidad en los hechos que se le atribuyen. Sin embargo, la investigación avanzó y la fiscalía decidió agravar los cargos: ahora el cabo está acusado por los presuntos delitos de violación de domicilio y abuso sexual simple en calidad de autor, en concurso real con lesiones graves agravadas por mediar violencia de género, en al menos cinco hechos diferentes.
+ MIRÁ MÁS: Policía Caminera: los tres documentos claves que hay llevar para evitar multas en las rutas de Córdoba
En la causa ya declararon 19 uniformadas ante la Justicia, entre denunciantes formales y testigos. Nueve de ellas realizaron denuncias penales, mientras que las otras diez aseguraron haber utilizado ese baño durante el período bajo sospecha, aunque todavía no se pudo confirmar si todas fueron víctimas directas.
Para la fiscalía, estos testimonios serán clave para determinar la frecuencia y el alcance de las maniobras que se investigan.
En un principio, los hechos se calificaron como violación de domicilio reiterada y lesiones graves agravadas por violencia de género. Pero tras la indagatoria y el avance de la investigación, Pilnik resolvió agravar la imputación: ahora los episodios están encuadrados como violación de domicilio y abuso sexual simple en calidad de autor, en concurso ideal y real, además de lesiones graves agravadas por violencia de género, todo en concurso real.