Un domingo que parecía tranquilo terminó en pesadilla para Guillermo, un motociclista de 62 años que volvía de pasar el día en Ezeiza. Cuando circulaba por la Autopista Ricchieri, en dirección a la Ciudad de Buenos Aires, fue emboscado por una banda de seis motochoros que lo rodearon a toda velocidad y lo asaltaron a punta de pistola.
El ataque ocurrió cerca de las 17, en un horario de tránsito fluido y buena visibilidad. El hombre, que suma más de 50 años manejando motos, jamás imaginó que sería víctima de un robo tan violento en plena autopista.
La secuencia, que quedó registrada por una cámara tipo “action cam” instalada en el casco de la víctima, muestra con total claridad cómo los delincuentes ejecutaron el golpe.
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Guillermo avanzaba a unos 100 km/h cuando, de repente, al menos seis motos comenzaron a rodearlo de manera progresiva y peligrosa. Una de ellas se le puso adelante para obligarlo a frenar, mientras las otras lo encerraron por los costados y por detrás, impidiéndole cualquier maniobra de escape.
En cuestión de segundos, uno de los asaltantes exhibió un arma de fuego y lo obligó a detenerse en plena traza de la autopista, sin buscar una salida lateral ni una zona de detención.
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El video, que ya circula en redes sociales, es impactante. Se escucha a Guillermo suplicar por su vida: “Para, para. Tomá, tomá, tomá. Te la doy la moto, no me hagan nada”, dice, atemorizado.
El ladrón lo bajó de la moto a los empujones y se la llevó junto a algunos objetos personales. El teléfono celular, por algún motivo, no fue robado.
Aturdido y en shock, Guillermo quedó parado al costado de la autopista. Un automovilista que pasaba por el lugar, conductor de una Mercedes Benz Sprinter, se detuvo para asistirlo. “¿Chocaste?”, le preguntó. “No, me afanaron. No sé qué hacer. No sé si me pueden llevar. ¿Me querés alcanzar?”, respondió la víctima, todavía sin poder creer lo que le había pasado. El testigo lo ayudó y lo llevó hasta la comisaría de Tapiales, donde radicaron la denuncia.

La calidad de la filmación fue clave: la cámara del casco registró toda la secuencia desde un ángulo frontal y sin cortes. Se ve la aproximación de las motos, la formación del cerco y el momento exacto en que Guillermo es obligado a frenar.
También se aprecian detalles del entorno, el estado del asfalto y la circulación de otros vehículos, lo que deja en evidencia la rapidez y la violencia del robo, que no duró más de unos segundos.
Guillermo contó después que nunca había vivido algo así en cinco décadas arriba de una moto. El dispositivo de grabación no fue advertido por los delincuentes y siguió funcionando incluso después del asalto.
La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº12 de San Justo, a cargo del fiscal Matías Nahuel Marando. Los investigadores analizan el video del casco y las imágenes de las cámaras de seguridad de la autopista para intentar identificar a los responsables. Hasta el momento, no se informaron detenciones.



