La Mona Jiménez tiene en su haber más de 100 discos grabados y miles de canciones que marcaron la historia del cuarteto. Entre tantos trabajos discográficos se encuentra Carlitos Jiménez en vivo de 1986, uno de los más recordados por ser el primero que se grabó en vivo desde el Sargento Cabral, las canciones que formaron parte y la icónica portada con una foto de sus bailarines.
Hace unos días en Así tocaba Leonor, el stream de Cuarteteando, surgió la idea de buscar a uno de los protagonistas del álbum. Gracias a la magia de las redes sociales como también el apoyo de los seguidores, logramos encontrar una palabra autorizada para contar detalles de esa imagen que quedó inmortalizada y así traer una nueva Historia de pasión cuartetera.
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Se trata de Gustavo, hijo de la mujer que aparece en primera plana bailando con un hombre de campera blanca. “Encantado de contarles la historia. Ha sido muy lindo y emocionante”, contó en diálogo por ATL. Con tan sólo 11 años, acostumbraba a acompañar a su mamá a cada baile de Jiménez. “Éramos de salir solos. A todo lado que ella iba, yo estaba, era su bastoncito”, recordó emocionado.
La protagonista de la foto era Beatriz Moyano, la “Betty de Bella Vista” como la llamaba el cuartetero. Después de tantos años de seguirlo en cada presentación, ambos forjaron una amistad que perduró hasta 1994, año que lamentablemente falleció.
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La verdad sobre la foto
Gustavo estuvo presente en ese Sargento cuando se sacó la foto que luego sería portada de uno de los discos más importantes de Jiménez. “En esa época jugaba nomas porque era muy chico, ni chicas para bailar tenía. Me la pasaba jugando juntando botellas, boludeando en el baile”, contó entre risas.
Con respecto al momento del baile de su mamá con el supuesto “pretendiente”, el hijo de la “Betty” fue claro y le puso punto final a ese mito del que tanto se habló. “Esa noche ella bailó con ese muchacho que la verdad después no supe nada de él. Sé que era casado, mi mamá era soltera. Sólo bailaron esa noche y no pasó más nada, no hubo ninguna relación”, expresó.
Pasaron 38 años del disco Carlitos Jiménez en vivo y uno de los rumores que resurgió en las redes de Cuarteteando fue que esa noche, el bailarín se había escapado de su pareja y al tiempo de la publicación lo había encontrado en la tapa del CD. “Que se quede tranquila la mujer que no pasó nada, fue solo un baile”, aclaró.
Tras el lanzamiento del primer álbum de La Mona en vivo y la portada con imágenes de su público, en aquel entonces Bella Vista se vio revolucionada por la aparición de una vecina como figura central. Si bien Beatriz estaba sorprendida por su figura en la tapa, lucía orgullosa y en cada oportunidad que se le presentaba contaba su hazaña. “Se hacía ella misma la propaganda. Se compró dos o tres discos y los llevaba a todos lados para decirles que era ella”, contó Gustavo.
Betty disfrutó del cuartetero por distintos escenarios y también estuvo presente en el recordado episodio conocido como “La noche negra en Cosquín”, de 1988. “Para mi mamá no había otro baile que no fuera Jiménez. Fue a los bailes hasta que se fue al cielo y desde el cielo lo está escuchando siempre”, recordó con emoción.
Gustavo tuvo el privilegio de compartir con su madre la pasión por Jiménez, algo que después de casi 40 años lo mantiene más vigente que nunca. El hijo de la bailarina expresó su amor por el cantante y agradeció la oportunidad de haberlo conocido.
Su próximo sueño es lograr conseguir una firma del cordobés más famoso en uno de los discos para colocarle, de manera simbólica, un broche de oro a esta historia que inició décadas atrás. “Cada vez que escucho a La Mona me hace acordar a mi mamá. Vamos a La Mona (con su hermano) porque nos hace acordar mucho a ella”, finalizó.