El cuarteto cordobés es un fenómeno que dio un sinfín de artistas a lo largo de su historia. Pero son los bailarines quienes, finde tras finde, hacen que la magia ocurra. José López es un jimenero de pura cepa y en Así tocaba Leonor contó cómo es vivir siendo un fiel seguidor del cordobés más famoso.
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“Dejé de ir a la cancha hace ocho años. Era, o Talleres o el baile”, dijo fuera de aire mientras acomodaba el piano. El fanático de Barrio Los Granados es reconocido entre el pueblo monero. Su particular cubana se destaca desde lejos y lleva su teclado a todos lados.
La filosofía de José es seguir al Ruludo a donde quiera que vaya y arrancó la charla poniendo palabras a sus sentimientos. “El cuarteto es nostalgia, alegría, una forma de vida también. Te sentís identificado con las historias que te cuenta porque lo sentís. La Mona, y todo el cuarteto desde sus inicios, nace contando lo que mucho no pueden contar, entonces uno se siente identificado y al ser popular la gente lo canta”, aseguró.
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Siguiendo esta línea, confesó que sus temas favoritos de Jiménez son aquellos dirigidos a la gente como Soy un fana, Gracias al pueblo cuartetero estamos vivo, Así soy, de corazón, La ola cuartetera, ect.
El último sargento
Hoy en día miles de fanáticos de todo el país se reúnen cuando el Mandamás se sube al escenario. Pero hubo una época en que el encuentro de los viernes era sagrado para los jimeneros. Hubo un último baile que, sin saberlo, fue el último Sargento y José contó cómo fue aquella noche.
“En ese último Sargento dijo: Aprovechen porque a partir de que tenga mis 70 años ya no va a ser así todos los fines de semana”, recordó y agregó “Nadie lo escuchó a eso y después quedó en el registro”.
Desde entonces los fans viajan a acompañar a Carlos adonde quiera que toque y la alegría los invadió con el último comunicado de Universo Jiménez en donde revelaron la intención de hacer un baile al mes.
Una tradición en común
A más de 80 años de su nacimiento, el tunga tunga de Leonor ya es parte del ADN de los cordobeses. Con el correr de los años son más los artistas que se suman a esta fiebre cuartetera y lo mismo por parte de los fanáticos.
“Si el cuarteto le llega a la juventud eso va a durar para siempre, mientras un niño o un adolescente lo cante. Porque la gente se renueva. Con La Mona siempre fue así, renovó la juventud”, reflexionó José.