El 8 de septiembre de 2002, el artista catamarqueño perdió la vida en un confuso episodio mientras manipulaba un arma, hecho que fue catalogado como un accidente fatal. Fernando Cerezo, productor y dueño del grupo donde Walter dio sus primeros pasos, recordó ese momento con dolor: “A él le faltó contención, le faltó ese que le decía ‘che no hagas esto’. En el momento que sucedió lo trágico no hubo alguien que tuviera eso de ir y decirle ‘dame esto y vení para acá’”.
El productor remarcó la relación especial que tenían: “No había amistad entre él y yo, había un vínculo como de padre. Yo lo quería como un hijo”.
La noche de la noticia
Ese mismo día, Fernando debutaba con un grupo en un cumpleaños de quince cuando recibió la noticia: “Estaba tocando y viene un conocido y me dice ‘Fer, se mató Walter Olmos’“. En ese momento se fue a una estación de servicio, compró unos cigarrillos y vio en la televisión la placa que daba la noticia de su fallecimiento. Cerezo decidió alejarse de la música durante un año.
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Con el paso del tiempo, el productor relató una anécdota que sintió como una señal de Walter: “Una noche estaba en el estudio con mi hijo, y de repente se puso el disco La Locomotora, el último en vivo de Walter, y de repente entra un pajarito. Eran las 3 de la mañana, los pájaros no andan de noche. Voló hasta un cuadro donde estoy con Walter y se quedó ahí. Justo era uno o dos días antes del 8 de septiembre. Lo intentamos sacar pero no se iba, hasta que abrimos una ventana y se fue”.
Con palabras cargadas de emoción, Fernando Cerezo dejó en claro que el recuerdo de Walter Olmos sigue vivo, no solo en la música popular, sino también en quienes lo acompañaron en sus primeros pasos.