El 17 de julio de 2025 se anunció el final definitivo de una de las bandas más importantes de la historia del cuarteto para luego culminar el ciclo con tres noches agotadas en Quality Arena. Hablamos de La Barra, el grupo que luego de 31 años de historia decidió ponerle punto final dejando una huella difícil de superar.
Tras la decisión de que el clan Javier la Pepa Brizuela, Carlos De Piano y Adrián Moyano se disolviera, cada uno tomó su propio camino y optó por continuar con su día a día. Después de muchos rumores y comentarios en distintas redes sociales, el cantante de la Banda más grande de Córdoba habló con Cuarteteando de una manera particular: desde la comodidad de su casa ante un desafío novedoso para su carrera.
En compañía de la Negra Ludueña, el artista que tuvo su paso por Trulalá se prestó para una charla amena en donde se refirió a distintos temas de los que su público tanto esperó. Desde que se conoció la noticia del final de La Barra, la Pepa decidió no brindar declaraciones en público hasta el día de hoy.
+MIRÁ MÁS: Emoción, sorpresas y despedida: así fue el último show de La Barra
con un look bien de entre casa, el artista reflexionó sobre su presente alejado de los escenarios, aunque sea, por un tiempo más. Si bien confesó que su fuerte no es la cocina, puso manos a la obra y se preparó para sacar sus dotes culinarios ante un postre clásico para los argentinos como lo es una “chocotorta”.
Entre charla y charla, Javier recordó sus primeros pasos en la música y rememoró sus primeras actuaciones en público, momento que compartió sus dos pasiones: el canto y el fútbol. También se refirió a su familia, su nuevo proyecto y reveló intimidades de su vínculo con sus ex compañeros de banda.
+VIDEO: Una chocotorta con La Pepa Brizuela
Palabras sabias
La Pepa Brizuela recordó su etapa de adolescente, momento en el que su futuro aún era incierto pero teniendo el pensamiento claro que “ni en pedo” se hubiese imaginado convertirse en un referente del cuarteto. Una de las figuras importantes para su vida y su carrera fue su mamá, quien tuvo un rol fundamental para ese primer “pechoncito” en sus inicios con la música.
El cantante expresó que en su momento le consultó a su mamá para ver qué hacía de su vida, ya sea inclinarse por el deporte o por el canto, ya que en ese entonces rondaba la posibilidad de incorporarse a Trulalá. “A mí me gustaría que cantes, no desaproveches la suerte que tenes de que te gusta cantar y lo haces medianamente bien. Lo que sí tenes que estudiar. Vas, agarras una profe y estudiá”, fueron las palabras de su madre, quien le dio la libertad de hacer su propia elección. “Hice caso, gracias a Dios”, contó orgulloso.
¿La pelota o el micrófono?
En la adolescencia de la Pepa por su cabeza rondaba las ganas de cantar y también ser futbolista, que si bien jugó en la reserva de algunos equipos locales a mediado de los 80′, nunca lo vio como una posibilidad de hacerlo de manera profesional. Consciente que dependía mucho de la conducta, el cantante contó que disfrutó de esa etapa y también del famoso “tercer tiempo”. “Terminábamos de entrenar y nos íbamos a tomar un vino al frente, vino o cerveza con amigos. Éramos felices”, recordó entre risas.
“No era buen jugador, jugaba al fútbol, me gusta jugar. Tenía compañeros que eran muy buenos, si ellos no llegaron...”, reflexionó. Si bien llevó una vida sana rodeada de afecto y amistades, remarcó que siempre fue una persona con conducta y respeto, valores que se los debe a sus padres que siempre se lo inculcaron.
Cuarteto ¿Para chetos?
La Barra a lo largo de su historia debió lidiar con el rótulo de ser una banda que hacía música para un público distinto al habitual o “de barrio”. La Pepa resaltó que a los pocos años de haberse lanzado se convirtieron en uno de los grupos de “moda”, lo que los llevó a acaparar otro tipo de seguidores, sin perder su esencia. “No elegimos el público”, expresó.
En comparación de aquellos comienzos con los tiempos actuales, el cantante aprovechó para referirse de la “diferencia de públicos” y “traerlo” al presente, revelando que esa tendencia aún persiste, principalmente en edades que fue algo que siempre existió. “Todos los públicos son lindos”, sostuvo.
Con respecto a quienes consumen su arte, el artista utilizó una frase que escuchó en un momento de su vida sobre que “la música vuela”, palabras que le sirvieron para ejemplificar el trabajo en general de quienes se dedican a esa profesión. “Vos la soltás y dispara”, reflexionó, en relación a que no tienen el poder de decidir quien recibe ese trabajo.
Proceso de soltar
“Fue medio loco”, de esta manera la Pepa definió el momento cuando se tomó la decisión de darle un cierre definitivo a La Barra. El cantante recordó aquel último show del viernes 20 de junio en Margarita, sin desenfocar su atención en el armado de la chocotorta.
Brizuela contó que fueron veinte o treinta días en los que disfrutó de una etapa de “vacaciones”, semanas que se dedicó a los asados en familia, amigos y salir a recorrer la noche cordobesa. Si bien todo fue disfrute, una mañana despertó con la sensación rara de no sentirse a gusto: “Dije no, no soy este”.
La reflexión interna fue suficiente para dar vuelta la página y poner manos a la obra en un nuevo proyecto que lo tendría enfocado y entusiasmado. Comenzó a buscar nuevos horizontes, contactarse con viejos músicos con los que había trabajado, poco a poco hasta conformar la totalidad de una nueva banda. “En un momento pasé a ser un pibe nuevo con esas ganas de salir y hacer. Estoy con una motivación extra que hasta yo me sorprendo”. reflexionó.
Con respecto a la disolución de La Barra, la Pepa mencionó que se siente “libre, con otro aire, otro espíritu”. Consciente de lo que implica afrontar un nuevo desafío, el artista se mostró motivado y entusiasmado de desandar un nuevo camino, esta vez acompañado de su familia.
“Libre en el buen sentido de la palabra. Nadie me ató a nada, siempre hice lo que quise. Si bien La Barra es mía, de Carlos y de Adrián, me siento bien que no dependo de nadie, solo dependo de este negro solo”, remarcó, resaltando que uno de los objetivos principales será mantener el estilo que lo caracterizó y lo llevó a ser uno de los grandes referentes del folklore cordobés.
“Creo que no hay que ponerle nombre. Es un nombre que el público me lo ha hecho fuerte y hay que aprovecharlo”, contó sobre “La Pepa”, el nombre del nuevo proyecto musical que encabezará y liderará el ex vocalista de La Barra.
“No me fui yo, se cerró el telón. Se cerró todo. Acá no se fue nadie, cerramos todas las puertas, por eso estoy muy tranquilo. Eso me llevó a descansar tranquilo, no me fui para hacer esto”, reflexionó.
Entre charla y charla, la Pepa recordó aquellas tres noches de despedidas en Quality Arena en donde remarcó que las primeras dos estaba bien, un “Gardel”, pero el baile del lunes la emoción fue la protagonista. “La última noche me cagué. Se me vino todo abajo”, expresó, reflexionando sobre las lágrimas que se le escaparon apenas puso un pie en el escenario.
Dejar de estar solo
El Proyecto “La Pepa” lo tendrá a Javier como solista y dueño de su propio equipo, pero no estará solo. A su lado estarán sus hijos Alejo, Lautaro y Gabriela, su pareja, además de un equipo de marketing con el que enlazarán ideas para el desafío artístico.
“Muy lindo que estén conmigo. Ya dejé de estar solo en este proyecto, estoy muy emocionado”, expresó orgulloso, resaltando que el compromiso será doble y que no le tiene que errar, ya que tiene la obligación de responderle a ellos, a sus pilares.
La decisión se dio en conjunto. No solo por sentimiento propio sino también siguiendo el consejo de algunos colegas y productoras, quienes fueron los que apuntalaron la idea de continuar en el camino de la música a la par de su familia.
“Me puse a pensar que no lo voy a tener más a Carlitos (De Piano) conmigo, a Moyano (Adrián), me encuentro solo. Esa nostalgia linda”, lanzó. Y continuó. “Mira vos lo que te estoy diciendo y todos piensan que terminamos peleados, pero no”, contó en relación a su nueva etapa.
Sobre el proyecto en sí, el cantante reveló que si bien lo fue craneando junto a su entorno, del nuevo desafío no lo mencionó con Carlos. “No hablé porque no es el propósito. Quiero desligarme de todo, liberarme completamente. No viene al caso me parece”, enfatizó.
La cuenta regresiva
En diciembre, Javier la Pepa Brizuela regresará a los escenarios. Si bien el debut será el 6 de diciembre en Plaza de la Música, otro de los recintos elegidos para su nuevo proyecto será Villa Retiro, el templo barrabalero. En un principio, la idea será realizar ocho presentaciones al mes, intercalando entre la capital, el interior y otras provincias.
Si bien hay lugares a los que “debe presentarse” como la ex Vieja Usina o Villa, teniendo en cuenta lo que significaron para su carrera, el objetivo será cambiar y tocar en otros lugares para no repetir el mismo circuito.
