Invitada al programa de streaming “Cuarteteando con La Negra”, Alejandra Romero compartió una charla cargada de emoción junto a Magui Olave, en la que repasó recuerdos de su historia con Rodrigo Bueno. Además contó cómo decidió afrontar la pérdida de su hijo Jaziel y reflexionó sobre su profunda conexión espiritual con quienes ya no están físicamente.
Entre los recuerdos que más atesora, Alejandra mencionó los momentos que compartía con el Potro, donde la música siempre era protagonista. Cada vez que regresa a Córdoba, Romero siente el cariño intacto del público: la gente la reconoce y la saluda con afecto, considerándola “un pedacito que quedó de Rodrigo”. Además contó lo que le sucede cuando arriba a la provincia: “Cuando puse pie en Córdoba y sentí ese fuego que no quema y dije ‘Wow Potro pará, ya se que llegué’. dijo entre risas.
“Ellos están y las señales están todo el tiempo”
Alejandra habló también de la forma en que aprendió a convivir con las pérdidas y con la presencia espiritual de quienes marcaron su vida: “Me ha tocado perder seres muy sagrados y en este andar de conectar tenemos que entender que es un velo el que nos separa, que ellos están y las señales están todo el tiempo", explicó. Y siguió: “Hay que estar desde esa percepción, atentas a recibirlas”.
La última pareja del Potro aseguró que en muchos momentos sintió manifestaciones de Rodrigo. “Recuerdo pedirle por favor basta, porque en un momento sentí que estaba al borde de la locura: era no verlo, pero sentir mucho su presencia”, confesó.
+VIDEO: nota completa de Alejandra Romero y Magui Olave en Cuarteteando con la Negra
La cantante también compartió una situación muy personal relacionada a la pérdida de su hijo, fallecido en febrero de 2024. “Tuve una experiencia hace poco, después de una noche muy dura en la que hablaba con mi hijo y le decía que sentía que tiraba los guantes”, comenzó. Y continuó conmovida: “Después de esa noche me puse a escribir, y casualmente una amiga me sacó una foto: estaba mi hijo atrás mío, estaba Jaziel, se dejó ver. Fue como ‘mamá, estoy acá’”.
“Anoche lo soñé dos veces. Ellos están, y conectar con ellos es decidir, porque hay momentos en los que todo lo que tiene que ver con el dolor es asesino. Pero de ahí entendés que no: pertenecemos acá, pero no somos de acá, y ellos están guiándonos”, cerró.