En el marco del Día de la Madre, Magui Olave y Euge Quevedo dialogaron con Cuarteteando y abrieron su corazón para hablar sobre sus mamás, su infancia, los aprendizajes que les dejaron y cómo esos valores hoy guían su forma de criar a sus hijos.
Magui Olave fue mamá a los 21 años, y contó que aprendió sobre la marcha acompañada por su madre. “Yo le preguntaba cómo era tal cosa o por qué llora tanto, y bueno, ser madre es algo de lo más lindo que le puede pasar a una mujer en la vida”, recordó.
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La artista contó que la etapa más difícil fue cuando su hija era bebé, especialmente por estar lejos de su país: “Me costó mucho cuando son bebés y no sabés lo que les pasa. Te encontrás sola, el bebé llora y vos llorás con él. Tener que salir sola al hospital sin saber el idioma”.
Magui reconoció que la maternidad muchas veces la enfrenta con la culpa de no estar tanto tiempo en casa: “Soy una mamá culposa en líneas generales. Intento trabajar, progresar y darles el ejemplo de que todo se consigue con esfuerzo, aunque eso a veces tenga el precio de pasar menos tiempo juntos”, dijo, y explicó que siempre busca compensar esos momentos acompañando a sus hijos en giras o actividades.
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También reflexionó sobre las similitudes con su madre: “Soy el clon de mi mamá. Digo y repito las mismas cosas que ella”, aseguró entre risas.
Sobre lo que aprendió de ella, destacó el valor del esfuerzo y la humildad: “Está bueno que vivan con los pies sobre la tierra. Hoy los chicos tienen más acceso a todo y se pierde el valor de lo simple. Hay que enseñarles a ser felices con poco y con lo esencial”.
“Ella soñaba con ser cantante, y me lo trasladó a mí”
Euge Quevedo también recordó con emoción a su mamá, a quien describió como una mujer cariñosa y presente: “Era de acostarse conmigo a la noche, contarme un cuento o jugar. Jugábamos a las escondidas. Tengo recuerdos muy lindos de mi infancia”.
La cuartetera contó que su madre fue su mayor impulso para dedicarse a la música: “Ella soñaba con ser cantante cuando era joven, ella dice que se paraba arriba de una mesa, soñaba con ser cantante y se pintaba un lunar al costado. Fue como un sueño y ese sueño me lo trasladó de alguna manera a mi”.
Además aprovechó para reflexionar sobre su rol como mamá y el vínculo que tiene con su pareja: “Tratamos de que esa crianza sea la más linda, pero no por hacer el esfuerzo, sino porque nosotros nos sentimos bien en familia. Se trata de transmitir eso: la unión, el compañerismo, el compartir y el amor sobre todas las cosas”.
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Por último, se emocionó al hablar de lo que siente al ser mamá: “Yo el hecho de volver de viaje tengo una necesidad de querer llegar para darle un abrazo a Hele. Yo llegué le di el abrazo y el beso y yo siento que recargó algo en mi corazón”.
Con lágrimas, risas y recuerdos, Magui Olave y Euge Quevedo compartieron su costado más íntimo. Dos mujeres que hoy brillan en los escenarios, pero que nunca olvidan de dónde vienen ni quiénes les enseñaron a ser las madres que son.