La mesa de Almorzando con Juana vivió uno de sus momentos más memorables con la presencia de La Mona Jiménez, quien a sus 74 años volvió a demostrar por qué es leyenda del cuarteto. Con 58 años de trayectoria, el ídolo cordobés brilló con su humor, sus anécdotas y un show en vivo que marcó el broche perfecto del programa.
+MIRÁ MÁS: Cachumba lanzó “La Última Noche” y reafirma su estilo de cuarteto de barrio
Apenas iniciado el almuerzo, Jiménez desplegó su clásico carisma con un comentario que desató risas en toda la mesa:“Esto es una selva. Está el Mono, la Mona, la señora de Tarzán”, bromeó, mientras que Luck Ra remató: “Y yo soy el burro de Shrek”, generando un momento imperdible.
Los inicios, el apodo y una vida marcada por el arte
Frente a la mirada atenta del Mono de Kapanga, Luck Ra y el Oficial Gordillo, La Mona repasó cómo empezó todo: contó que de niño bailaba malambo y folklore porque su tío practicaba esos ritmos, y recordó su sueño infantil de ser Tarzán.Sin embargo, un apodo que comenzó como burla terminó convirtiéndose en marca registrada: “La mona chita”, nombre que adoptó para siempre.
El Mandamás también mencionó pasajes de su libro —del que le regaló un ejemplar a Juana Viale— y sorprendió con la historia de cómo conoció a su pareja, en un momento delicado de su vida mientras se recuperaba de un coma de cinco meses.
Un cierre épico con feats inesperados
Como no podía ser de otra manera, Jiménez fue el encargado de cerrar el programa con un show que puso a todos de pie. Interpretó sus clásicos Beso a beso, El Marginal y Me mata, este último junto al Mono de Kapanga. El gran final llegó con Quien se ha tomado todo el vino, cantado a dúo con Luck Ra, un cruce generacional que emocionó a toda la mesa.
Con humor, historia y música, La Mona volvió a demostrar por qué sigue siendo el corazón del cuarteto argentino.




