Triana Tamagnini tiene solo 14 años, pero ya construyó un camino propio dentro del arte. Es hija de Pablo Tamagnini, cantante de La Konga, y se destaca como una de las jóvenes bailarinas más prometedoras del país. Con un recorrido que sorprende por su corta edad, Triana es múltiple campeona provincial y nacional de bachata solista juvenil, y en los próximos días viajará a México para competir en el Mundial, donde se enfrentará a bailarinas de todo el mundo.
Su vínculo con el baile comenzó desde bebé, cuando acompañaba a su mamá, quien era secretaria de la academia donde hoy entrena. Allí descubrió su pasión por la danza y, con el tiempo, convirtió las clases en un proyecto de vida. Actualmente, Triana entrena tres horas por día, enfocada en llegar de la mejor manera a la competencia internacional.
El Mundial reunirá a participantes de distintos países, sobre todo de Latinoamérica, donde ritmos como la bachata se viven con una intensidad particular. Entre tantas expectativas, Triana destaca la importancia del acompañamiento en su carrera: la constancia de su mamá, la presencia de su familia y el orgullo de su papá, que siempre la anima a seguir adelante.
La joven bailarina también reflexionó sobre las emociones que atraviesa en cada paso de su camino artístico. Contó que la danza trae momentos de exigencia, frustración y mucha disciplina, pero que intenta disfrutarlo porque eligió vivir de esto y siente una verdadera conexión con el baile.
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Además de la bachata, Triana confiesa que también disfruta bailar cuarteto. Sobre el apoyo de su papá, compartió que Pablo suele expresarle su emoción y orgullo por verla crecer dentro del arte: “Mi papá en los últimos momentos, siempre me comparte que está orgulloso de mi, de que haya elegido desde tan chica algo de lo que vivir, algo que me guste”.
Con talento, disciplina y un futuro enorme por delante, Triana se prepara para representar al país en el Mundial y seguir construyendo su propio camino artístico, que heredó desde casa.



