A mediados de 1974, el comerciante Rodolfo Micolini junto a otros dos socios, decidieron abrir “entre Olmos y Maipú de mi Córdoba querida, ahí justito en esa esquina, el barcito Bon que Bon”. Su nombre significa “Bueno que Bueno” en portugués (aunque mal traducido) dando inicio a un “punto de partida hacia un viaje de ilusión”. El lugar tiene la particularidad de recibir a su clientela, los 365 días del año durante las 24 horas del día.
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Al año siguiente de su inauguración, fue clausurado por una discusión que mantuvo Micolini con un inspector de negocios. El miércoles 05 de febrero de 1975 el Sr. Raúl Panero y su papá Américo José, deciden comprarlo y conservar su nombre.
Por ese entonces los cuarteteros, folkloristas, gente del radioteatro, locutores, sonidistas y demás, que salían de la antigua radio LV2 ubicada a mitad de cuadra, se juntaban en el bar porque era el único lugar donde tenían teléfono, el cual sonaba “incansable en un rincón”.
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En poco tiempo se convierte en la oficina cuartetera de todas las orquestas de la época, desde la cual “nacen ilusiones con sonidos musicales” para todo el país. Los días martes eran los más concurridos, ya que todos se reunían para hacer un balance de los bailes realizados el fin de semana y esperaban ansiosos “las llamadas de lugares diferentes”, para “contratar a la gente que divierte”. El Sr. Panero rememora, que en aquellos años el lugar era conocido como “La cueva de las víboras” por el ambiente que lo frecuentaba.
A mediados de los años 80’, muchos de los cuarteteros poco a poco se fueron alejando de aquellos “mediodías incansables entre charlas y café”, para abrir sus propias oficinas en distintos puntos de la Ciudad. Aunque algunos de ellos, no pudieron dejar atrás su costumbre de visitarlo a diario.
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En 1983 el bar vuelve a cambiar de dueño, hasta que termina en manos del actual propietario el Sr. Fernando “Payo” García. Años más tarde decide llamarlo “New Bon” por problemas legales. A fines del 2004, luego de que “La Mona” Jiménez volviera a regrabar en vivo la canción “Bon que Bon”, el barcito regresó a su antiguo nombre, el cual conserva hasta la actualidad.
En el año 1987, el autor y compositor cuartetero Aldo Kustin (creador de incalculables éxitos de repercusión nacional), como era su costumbre habitual se ubicó en la mesa central del bar e inspirado comenzó a escribir la letra de la canción dedicada al famoso lugar a modo de homenaje. La misma fue interpretada tiempo más tarde por el cantautor Carlitos “La Mona” Jiménez, grabada en vivo en el mes de septiembre en la Ciudad de Córdoba e incluida en el disco “En Vivo en el Estadio Atenas”.
El miércoles 20 de noviembre de 2013, la Legislatura Provincial sancionó una Ley que declara al Cuarteto como el “Género Folklórico Musical Propio, Característico y Tradicional” de la Provincia de Córdoba. A raíz de este suceso, a los días se le rinde homenaje al bar “Bon que Bon”, por ser considerado “parte de la historia del Cuarteto Cordobés”.
Flavio Parmentier y Tamara Delaurenti.