COMIENZOS
De nombre real Edgar Efraín Fuentes, empezó a interpretar folklore desde chico por influencia de su padre y de su tío, que a los nueve años le enseñó a tocar la guitarra. A fines de los 70´, participó en un grupo llamado Los Felinos, con el cual no grabó ningún disco.
GARY Y EL CUARTETO
Por un aviso en un diario que decía “se busca cantante para banda de música moderna”, van junto a su hermano y su madre a un casting en Barrio Yofre. Gary no conocía demasiado sobre el cuarteto pero poco le importó. Así logra ingresar en la orquesta de Heraldo Bosio y participar en los bailes y giras por diferentes ciudades de Córdoba.
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EL MITO DE LA SILLA DE RUEDAS
Luego de un accidente automovilístico, se presentó varias veces a cantar en silla de ruedas. Según cuenta su mujer, Carina Favatta, “Gary cantó un mes y medio de esa foma porque en el accidente se quebró el tobillo. Él nunca quiso saber nada con quedarse en casa y su respuesta era, yo tengo mal el pie y no la garganta”.
RESPETO, ADMIRACIÓN Y CANCIONES
Fanático de Sandro y Pink Floyd, fue uno de los primeros cuarteteros en animarse a realizar canciones en inglés. Tal es el caso de clásicos como “What Is Love”, “Beautiful Life”, ”Only You” y una versión de la canción “Shine on Your Crazy Diamond” de Pink Floyd con el cuál comienza su disco “Con todo respeto”.
UN ÁNGEL INTERNACIONAL
En 1998 en la ciudad de Las Vegas, Nevada, E.E.U.U. Gary recibe el premio Golden Award por la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACPE ), distinción que se le otorga al mejor cantante latino entre quienes figuran José José, Estela Raval, Xuxa, Laura León y otros.
HOMENAJES
El legado del artista es enorme y se ha traducido en diversos reconocimientos en vida y muerte. Tal es el caso de la estatua instalada en Amboy (su pueblo natal), por el aniversario número 15 de su adiós. Sumado por supuesto a la placa en el Paseo de la Fama Del Cuarteto, recordada por el blooper en el cuál su segundo nombre aparecía como “Enfrían” en lugar de “Efraín”. El homenaje hoy persiste, el legado es eterno y no emocionarse y ponerse a bailar cada vez que suena una canción de El Ángel, es prácticamente imposible.