La primera vez de Gabi en la peatonal se dio en una situación complicada. La desesperación de una madre que tenía a su hijo internado en terapia intensiva, sin trabajo y con la heladera vacía, la impulsó a agarrar un parlante que tenía en su casa, tomarse el colectivo con sus otros tres pequeños y convertir ese hobbie que había tenido desde chica en una fuente de trabajo.
+ VIDEO La historia de Gabi en Noticiero Doce:
“La necesidad obligó a que me animara a salir adelante y poder cantarle a la gente”, cuenta, a cuatro años de ese día.
Agustín, su hijo más chico, nació con síndrome de Jacobsen, una malformación que le produce un retraso psicomotor y de crecimiento. Fue operado hace unos años del corazón y necesita hacer rehabilitación todos los días, por lo que su mamá coordina los horarios para poder llevarlo a la tarde.
+ FOTOS Gabi y Agus, su fiel compañero:
Hace un año comenzó a incluir en su repertorio el cuarteto. “Al principio me daba miedo, porque somos muy criticadas las mujeres que cantamos cuarteto, pero lo empecé a hacer y esa es una meta más, un desafío", explica.
Los martes, jueves y sábado se la puede ver en la esquina de 9 de julio y San Martín, entre las 9 de la mañana y las 2 de la tarde. Sin embargo en el último tiempo se sumó una nueva dificultad a su vida. Algunos comerciantes se oponen a la presencia de artistas callejeros en la zona. A pesar de tener habilitación municipal y respetar los días, horarios y volúmen de la música fijados, los hostigan para que se vayan.
+ MIRÁ MÁS: El museo del cuarteto, por dentro.
Una pieza sin baño y en condiciones muy precarias son el hábitat donde Gabi y sus cuatro hijos sobreviven cada día. Sueñan con tener una casa, donde Agus pueda recuperarse después de su próxima operación.
La historia de ella es la de muchas mamás, que hacen lo imposible por ver a sus hijos crecer en un lugar digno, como cualquier persona merece.
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