"Para vos, angelito de mi vida. Que te fuiste con 26 años, cuidanos desde arriba. Y decile a todos los que están ahí y me cuidan, que los quiero mucho". Así le hablaba Rodrigo a Alejandro Biasco desde el escenario, ese que hasta hacía unos días compartían juntos.
Un largo camino al cielo es una de las canciones más profundas del Potro. Porque la escribió él mismo, de puño y letra desde el dolor de perder a un amigo que, más que amigo, era un hermano.
La historia de Alejandro y Rodrigo
Se conocieron a través de unos amigos músicos en Carlos Paz. El primero tenía una banda de rock y el otro venía haciendo cumbia y se estaba animando al cuarteto.
En el año 91’, los rockeros se sumaron al proyecto cuartetero y empezaron a tocar juntos, marcando una fuerte influencia en su música, que puede verse en canciones como La chica del ascensor o La niña de los ojos tristes, de corte más moderno.
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Desde ese momento, entablaron una gran amistad que se reforzó en las largas giras juntos. Por ese entonces Rodrigo aún no había “pegado” fuerte en Buenos Aires y se la pasaba yendo de acá para allá.
“Por ahí nos juntábamos un martes a ensayar y era el jueves y nosotros seguíamos juntos tomando cerveza, no nos despegábamos”, cuenta Darío Vilta, que integraba el grupo más fuerte de amigos junto a "Maquinaria" Castillo, Alejandro y Rodrigo.
Una muerte anunciada
Un día estaban en la habitación de un hotel en Buenos Aires y Alejandro se metió a bañar. Demoró más de una hora y no salía. Ellos se preocuparon, miraron por debajo de la puerta y estaba tirado en el piso. Pensaron en tirar la puerta abajo pero tenían miedo de golpearlo. Desesperados, acudieron al conserje, hasta que pudieron abrir la puerta. "Él se despertó y no tenía idea lo que había pasado, ni se acordaba del desmayo", recuerda el percusionista con mucha claridad después de 24 años.
Le pasó un par de veces más, y la alarma hizo que frenara algunas semanas de tocar para hacerse unos estudios.
En esos días, la banda estaba volviendo de Buenos Aires y, llegando a Córdoba, Beatriz Olave les dio la noticia: “Chicos, no se los quise contar antes para que no se haga tan largo el viaje, pero murió el Ale”. No le creyeron hasta que lo comprobaron con sus propios ojos yendo a la casa de su amigo, que había muerto hacía algunas horas.
La canción
A los pocos días, Rodrigo cayó a un ensayo con un papel. "Tengo una canción que le hice al Ale", anunció el Potro, según recuerda Vilta. "La empezó a cantar y terminamos todos llorando. Nos quebró a todos", expresa, con un nudo en la garganta. Y explica lo difícil que les resultaba ensayar la incipiente obra de arte, que les tocaba directamente el corazón. "Tardamos un par de semanas en poder hacerla", asegura.
Un largo camino al cielo es un vívido relato de anécdotas con Biasco mezclado con poesía rockera, en honor al difunto pianista. "Te vas y no se puede explicar que aún tengo en casa un traje sin estrenar", reza una de las estrofas de este himno cuartetero. Aquel pasaje hace referencia a una camisa celeste y un pantalón blanco que Alejandro no pudo vestir en un show de Buenos Aires porque se sentía mal.
Otra parte del tema relaciona la admiración del homenajeado hacia Charly García, como también su simpatía por los colores de Racing de Nueva Italia. Tan hondo había calado la muerte del Ale en el sentir de la banda que el asiento que solía ocupar en el colectivo cuando salían de gira, quedó vacío para siempre.
La nostalgia por la pérdida de un amigo quedó impregnada en cada estrofa de la inolvidable canción. "Te extrañará Maquinaria, tus amigos te cantamos", dice en clara alusión al integrante de la barra de "gomías", aunque en otro fragmento intercambia el apodo de Castillo con La Academia, un bar de Buenos Aires donde se juntaban a charlar.
Sin embargo, la pleitesía de Alejandro por Charly García no quedó vertida en un solo extracto, sino que varias de las canciones del ícono del rock nacional aparecen en el desarrollo del material. "Te la pasaste yendo de la cama al living", "Siempre habrá raros peinados nuevos", "La sal no sala y el azúcar no endulza" y "Siempre habrá esa filosofía barata y zapatos de goma", son los ejemplos.
"Dejaste la cerveza a medias el día que golpearon la puerta", es otro fragmento que trae una divertida anécdota del baúl de los recuerdos. "Una vez estábamos en barrio San Martín. Eran las 8 ó 9 de la mañana, después de un baile. Vino la mujer del Ale a buscarlo y se lo llevó, dejando la cerveza a medias, tal como dice la canción", relata Darío, rememorando la birra inconclusa.
La frase que le sigue reza: "Peleabas por la ecología y te mató a ti la psicología". Biasco amaba el medio ambiente y constantemente regañaba a sus compañeros si los veía contaminando. "Me enseñó cosas como esas que hasta el día de hoy las hago parte de mi vida", dice Vilta. La otra parte se refiere a que la mujer del Ale era psicóloga y lo "tenía cortito".
Una oscura premonición
Después de la muerte de su querido amigo, Rodrigo lanzaba al aire con liviandad expresiones que, de alguna manera, presagiaban su trágico final. Tal vez lo hacía inconscientemente, pero Vilta lo recuerda como si fuera ayer: "'Yo sé que pronto nos veremos', dice en la canción. Él tenía esas cosas. Estábamos tocando y capaz que estábamos cansados. Si sentía que no teníamos mucha energía nos decía: '¿Qué les pasa, loco? ¡Vamos! Que, si no, me van a extrañar el día que no me tengan'".
"También le gustaba mucho la joda y capaz que nos pasábamos dos días seguidos. Entonces cuando yo le decía 'ya está nene, vamos a dormir', él me respondía: "¿Dormir? Ya va a haber tiempo de sobra para eso después'. Esas cosas nos decía y no le prestábamos atención", repasa, con un dejo de melancolía. Y cuando llegó aquel fatídico 24 de junio, Vilta tuvo esa clásica retrospección que los especialistas del "más allá" afirman que sucede en el momento previo a morir: recordó todas las frases premonitorias del Potro sobre su propio ascenso a la divinidad cuartetera.
Una canción del corazón
Con respecto a lo que generaba Un largo camino al cielo en el grupo de músicos de Rodrigo, Darío recuerda: "Las primeras veces terminamos llorando. Con el tiempo nos acostumbramos pero costó muchísimo". Tanto era el impacto del tema en la banda que, cuando el "frontman" avisaba en pleno show que venía esa pieza sagrada, su efervescencia bajaba a niveles glaciares y terminaban prácticamente "quebrados" emocionalmente. Como él sabía que la canción "tiraba abajo" a sus compañeros, elegía un tema bien alegre para salir del momento de nostalgia.
"Para colmo lo hacía largazo al tema. La gente no sabía nada de lo que estaba hablando. Nosotros sí", sentenció el percusionista. Hasta el día de hoy, Vilta vive en una característica casa pintada de celeste en alusión a Belgrano. Ubicada al lado de la Costanera, tranquilamente podría ser también un santuario de Rodrigo, ya que está llena de recuerdos del angelado cantante. Seguramente le prenderán velas este 24 de junio, 22 años después de que el Potro recorrió el "largo camino al cielo" para reunirse con su querido amigo Alejandro.
Perdón por no poder defenderte
Sin ti todo será diferente
Te vas y no se puede explicar
Que tengo en casa un traje sin estrenar
Seguro seré el más criticado
Por muchas cosas que hemos pasado
Yo sé que pronto nos veremos
Para hablar de Racing (de Nueva Italia), de Charly García
Y juntos salir a fumar y mirarnos desde arriba
Un largo camino al cielo
Todos llorando y sufriendo
Los héroes son de mentira
Y tú, Alejandro, un ejemplo de la vida
Un largo camino al cielo, testiculina de macho
Te extrañarán mis mañanas
Tú, mi amigo, yo, tu hermano
Dejaste un vacío en el pecho
De tus compañeros de trabajo
Si cuando me acuesto recuerdo
Como venía el Ale bailando
Yo sé que estarás en las estrellas
Vagando por la Vía Láctea
Los ángeles hoy tocan piano
No quieren más tocar el arpa
Un largo camino al cielo
Todos llorando y sufriendo
Los héroes son de mentira
Y tú, Alejandro, un ejemplo de la vida
Un largo camino al cielo, testiculina de macho
Te extrañará Maquinaria
Tus amigos te cantamos
Porque a pesar de que nunca estuviste loco
No quisiste ver a un enfermero
Te la pasaste yendo de la cama al living
Tu vida fue un tango
Siempre habrá raros peinados nuevos
La sal no sala y el azúcar no endulza
Y siempre habrá esa filosofía barata y zapatos de goma
Un largo camino al cielo
Todos llorando y sufriendo
Los héroes son de mentira
Y tú, Alejandro, un ejemplo de la vida
Un largo camino al cielo, testiculina de macho
Te extrañará La Academia
Tus amigos te cantamos
Dejaste una cerveza a medias
El día que golpearon la puerta
Peleabas por la ecología
Y te mató a ti la psicología
Un largo camino al cielo
Todos llorando y sufriendo
Los héroes son de mentira
Y tú, Alejandro, un ejemplo de la vida
Un largo camino al cielo, testiculina de macho
Te extrañará Maquinaria
Y todos nosotros te cantamos