Tras el trágico recital del Indio Solari en Olavarría, muchos ojos estaban puestos este fin de semana en Jesús María, por la presentación de la banda más convocante del momento en el rock nacional.
Se trataba del primer show de La Renga tras la suspensión que sufrieron en San Juan después del escándalo que se desató por los dos muertos en el multitudinario concierto del ex líder de Los Redonditos de Ricota.
Según la organización, cerca de 28 mil personas acudieron en la noche del sábado al Anfiteatro José Hernández, el tradicional escenario de la doma y el folklore.
En la ruta 9 norte y en las inmediaciones al Anfiteatro, se vieron varios controles de seguridad que evitaban el paso de aquellos que no tenían su entrada. "El acceso fue tranquilo", nos contaron los enviados de ElDoce.tv.
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Por algunas horas, Jesús María dejó su tradicional folklore para vestirse de rock. Con remeras negras, banderas y tatuajes en lugar de ponchos y alpargatas, los fanáticos armaron su rito que incluyó improvisados asados, choris, cerveza y fernet.
Aunque las puertas se abrieron a las 16, la mayoría prefirió ingresar más cerca de las 20, el horario estipulado para el comienzo del show, que finalmente arrancó pasadas las 21.30.
La banda liderada por Gustavo "Chizzo" Nápoli empezó con el tema "Nómades" de su último disco "Pesados vestigios". En el quinto lugar del listado llegó el hit "Veneno", que desató la euforia colectiva que se mantuvo por más de dos horas.
"Córdoba, gracias por recibirnos, esta debería llamarse la capital nacional del rock", dijo Chizzo en un mensaje que fue tomado como de agradecimiento a las autoridades de la ciudad y los productores que no dudaron en confiar en ellos y organizar el espectáculo.
Ulises Bueno, el fanático más convocante
Entre la multitud de personas que llegaron hasta Jesús María, se destacó alguien que habitualmente vive los shows desde arriba del escenario. Se trató de Ulises Bueno, ferviente admirador de la banda de Mataderos.
El cuartetero disfrutó del recital junto a un grupo de amigos, como un fanático más. Eso sí, no dejó de recibir pedidos para posar para los celulares. Su partida fue veloz ya que tenía que cantar, ya entrada la madrugada, en el Super Deportivo.