Lautaro amaba a La Konga, pero no era un fanático más. Vivía en Río Tercero y su corazón era tan grande que todos lo querían. Siempre arriba de su bici, se paseaba por la ciudad saludando a "medio pueblo".
Cada vez que el grupo se presentaba en alguna localidad de la zona, ahí estaba él, compartiendo una comida, un show, y haciéndolos reir con sus ocurrencias. Además del grupo cuartetero, su otra pasión eran las motos y los autos. Consultados por cuarteteando, los chicos contaron que se divertían mucho con sus imitaciones del sonido de los autos, que hacía muy habilmente con la boca.
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El funeral de Lauti fue multitudinario, todos quisieron estar ahí para despedirlo. El Intendente de la ciudad, los bomberos, con quienes siempre colaboraba cuando sonaba la sirena, y una caravana inmensa de autos, motos y bicis. "Un amante de nuestro deporte, un amigo de la ciudad, GRACIAS por tu amor y bondad, hasta siempre Lauti", fueron las palabras que eligieron para recordarlo desde la cuenta oficial de la Municipalidad de río Tercero.
En sus redes sociales, los chicos lo despidieron con unas lindas palabras: "El mejor konguero de todos, que en paz descanses amiguito", escribió Nelson Aguirre. Pablo Tamagnini le dijo hasta siempre a su amigo con un "se te va a extrañar".
Seguramente se sentirá la ausencia de Lautarito en los próximos shows de La Konga, pero todos sabrán que, desde arriba, él estará bailando.