La historia del Monstruo Sebastián es recordada por el pueblo cuartetero no solo por los miles de corazones que marcó con su música, sino también por su particular carisma y gran personalidad. Pero poco se conoce sobre una lucha con la que el cuartetero enfrentó a lo largo de su vida: la orfandad.
El cantante perdió a su madre cuando tenía 5 años y no conoció a su padre hasta los 50. El artista participó en 2014 del programa Como dos extraños conducido por Ana María Alfaro y Juan Adrián Ratti, donde compartió la historia de aquel encuentro.
+ VIDEO: La historia de Sebastián y su padre:
En aquella entrevista, Sebastián contó que vio por primera vez a su papá en un avión cuando volvía de Capital Federal: "A mi padre lo conocí a los 50 años de mi vida. En un avión lo conocí. Él venía para Córdoba y yo venía de Buenos Aires. Me pone la mano en el hombro y me dice '¿Sebastián?, mucho gusto soy Humberto, soy tu padre'", expresó el cantante sobre el encuentro.
+ MIRÁ MÁS: La curiosa relación entre el partido de Argentina y el Toro Quevedo
Lejos de guardar algún tipo de rencor, significó un hecho muy importante en la vida de Sebastián. Desde que conoció a Humberto, ambos mantuvieron una buena relación y catalogó el reencuentro con unas sentidas palabras: "Sentí que el mundo me daba un abrazo, sentí que Dios me volvió a besar de nuevo en la cara" .
La crianza de Sebastián
Al no contar con la presencia de su padre hasta sus 50 años y con el pronto fallecimiento de su madre, Sebastián vivió la orfandad con un gran pesar.
+ VIDEO: La dura crianza de Sebastián:
A partir de sus 5 años, el pequeño fue criado por sus tías, pero nunca olvidó el mensaje que su mamá le dejó como legado. "Mi madre me decía 'cantá siempre Daniel, cantá siempre' ", dijo Sebastián en aquella entrevista. El Monstruo cumplió con orgullo su pedido subiéndose a las tablas mientras su salud se lo permitió.
A seis años de su muerte, Daniel Humberto Reyna pasó a la historia de Córdoba como un Monstruo del cuarteto, un ejemplo de lucha y perseverancia para todos sus fanáticos.