En la previa de su show de esta noche en el Luna Park, Ulises Bueno dio una entrevista al programa Perros de la calle de Andy Kusnetzoff y habló de todo. De su infancia siguiendo las giras de Rodrigo, su primer tatuaje cuando era un niño, su amistad con Chiqui Tapia, la muerte de su padre y la opción del suicidio tras la partida de su hermano.
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"La gente piensa que yo me colgué de Rodrigo, pero yo no tuve las mismas posibilidades, en vez de beneficiarme para mí fue una mochila pesadísima", afirmó, aunque de igual manera sostuvo que fue "un beneficiado" por tener el hermano que tuvo y estará agradecido toda la vida. El Barba creció acompañando en las giras a su familia y eso le privó la posibilidad de escolarizarse: "Yo ni empecé el colegio, Rodrigo dejó en sexto grado, Flavio en tercero y yo ni siquiera fui, solo hice prejardin y de ahí a seguir la carrera de mi hermano", recordó.
Si bien no le reclama nada a sus padres, dice que se arrepiente y que aprendió a leer y a escribir a los tumbos gracias al Potro, que se enojaba con la situación y le pedía a sus amigos que le enseñaran. Eso significó un estigma en su niñez: "mi infancia fue terrible, iba a la casa de mis amigos y sus padres me preguntaban a qué colegio iba y yo les decía, no, no voy, me daba vergüenza", expresó.
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Admitió que su mamá era "muy permisiva" y que a los ocho años lo dejó hacerse su primer tatuaje. Su padre murió y sus hermanos lo homenajearon con una tinta. Rodrigo se hizo el logo de Superman, Flavio a un indio y él los siguió: "Para mí la imagen paterna era un león, el rey de la familia, y le pedí a mi vieja y me dejó, no es normal hacerse tatuajes a esa edad pero mi vieja no es normal tampoco", dijo con risas.
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Además, recordó con dureza el momento en que se enteró de la muerte de su hermano por la televisión y dijo que un día se encerraron con su mamá y su hermano Flavio en una habitación y pensaron en suicidarse todos por la presión social. Ante esta locura, Ulises reaccionó a tiempo: "yo siendo el más chico dije quiero vivir, no me pienso matar, la gente tiene que ayudarnos en vez de criticarnos", reflexionó.
Esta presión social la volvió a sentir hace un tiempo, cuando cumplió 27 años: "me dio depresión, entré en pánico por sentirme tan niño con 27 años y decir, qué grande que era él, que era el sostén de una familia, padre, hermano y artista y yo ni hoy a los 32 tengo su sabiduría", afirmó.
Durante la entrevista en Radio Metro también se habló de temas más distendidos como su relación con Chiqui Tapia, de quien cuenta se hizo amigo hace más de seis años porque su hija era muy fanática suya. El presidente de la Afa quiere llevarlo al Mundial pero el Barba dijo que está complicado por los shows que ya tiene pautados para junio, aunque evalúa la posibilidad de festejar su cumpleaños en Rusia junto a su familia.