Siguiendo una chica y una oferta laboral, Alejandro Fubini (50) decidió irse a vivir al Reino Unido en 1994. Oriundo de Buenos Aires, el muchacho se aventuró y desde ese momento eligió quedarse a vivir en el Viejo Continente. Después de mucho luchar, ahora vende helados artesanales y su negocio es un éxito.
“Soñaba con ser mi propio jefe, y no depender de nadie. Algo que hizo mi padre, y abuelo. Noté que había una necesidad de helados buenos en Londres, y fui por eso”, le contó Alejandro a Infobae, comenzando su historia que ahora es furor.
Admite que las cosas al principio no funcionaron, hasta que en 2007 empezó a dedicarse a la elaboración de helados con las frutas que le sobraban. "Los primeros meses fueron duros porque no encontrábamos la receta perfecta. La dinámica era sencilla, salíamos a buscar los ingredientes: leche, azúcar, chocolate, dulce de leche, banana, pistacho y producíamos poca cantidad”, recordó.
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Recién dos años después decidió trabajar fulltime en su heladería llamada Sulky, con muy pocos clientes en ese momento. El nombre del emprendimiento era difícil de pronunciar para los ingleses y lo cambió por Ice Cream Union. “El crecimiento fue gradual, y proyectamos que así siga. Todavía sigo teniendo menos ingresos que los de mi trabajo en relación de dependencia, sin embargo no es eso lo que busco”, admitió sobre su progreso.
Actualmente tiene 35 empleados entre los heladeros, personal de administración y logística. Además, dos locales: uno en el exclusivo barrio de Chelsea y otro donde esta la fábrica, en Sloane Square.
Lo más curioso de la historia es que Alejandro ha llegado a producir helado con gusto a papa frita y viagra. “Como trabajamos con muchos restaurantes hacemos 'recetas raras para nosotros' como la papa frita, el azafrán, la lúcuma, el matcha, té japonés, roquefort... o cornflake (cereal de maiz), del que dudé mucho y es un verdadero éxito”, reveló.