La separación forzada de un matrimonio canadiense, una semana antes de las fiestas de fin de año, causaron bronca e indignación en Canadá. Audrey Goodine, muy dolida porque no estará junto a su marido después de siete décadas, dijo que "esta es la peor Navidad que jamás tendremos”.
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Su marido fue obligado a trasladarse “con urgencia” a otro geriátrico porque, según sus directivos, su demencia avanzó y la institución no está en condiciones de poder atenderlo. Este lunes, Herbert Goodine debió armar sus valijas y abandonar al amor de su vida.
Él tiene 91 años y está casado con la misma mujer desde hace 69 años. Por la avanzada edad, ambos fueron alojados hace tres años en la misma habitación del hogar para ancianos Victoria Villa Special Care Home en Perth-Andover, New Brunswick.
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La protagonista de la historia está desconsolada. Será la primera noche buena que estará sola. A sus 89 años entendió la situación, pero no acepta que le hayan denegado la postergación de unos pocos días para estar en Navidad con su pareja.
¿Por qué no esperaron hasta después de las vacaciones? Reclamó sin éxito a los dueños del residencial para mayores. Cuando una camioneta pasó a buscar a Herbert para llevarlo a otro lado, ella desde la ventana lo miró irse con lágrimas en los ojos.