Atención: si creés que cerrar los ojos al besar tiene un motivo súper-extra-romántico, no leas lo que sigue.
Según una investigación sobre "La percepción humana" publicada en la prestigiosa revista Journal of Experimental Psychology, dar un beso con los ojos cerrados no tiene nada que ver con el enamoramiento que podamos tener.
¿Cuál es el motivo real y ahora comprobado? Simplemente que el cerebro humano no puede hacer dos cosas al mismo tiempo. Sí: besar y cerrar los ojos sería como "cruzar la calle y comer chicle".
"El cerebro tiene dificultades para procesar la sensación del beso si también está siendo usado para analizar lo que se ve".
"El cerebro tiene dificultades para procesar la sensación del beso si también está siendo usado para analizar lo que se ve", explica el informe. Durante su trabajo, notaron que dar un beso se hace más complicado con los ojos abiertos, ya que las neuronas tienen otra información que procesar.
Bailar o tener sexo también requieren tener el cerebro exclusivamente dedicado al tacto. "Cerrar el paso de lo visual libera recursos mentales para centrarse en otros aspectos", detallaron. ¡A cerrar los ojos!